Estudiantes De América Hacen Centro En Resistencia

Diario Norte Edición Digital - Jueves 06 de julio de 2006.

Son doce estudiantes de Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela y España que debaten sobre los temas centrales de la literatura Argentina.

En realidad se preguntan si es que existe un centro, un núcleo temático. Están los que dicen que sí, que como todos los seres humanos nos movemos con fuerza centrípeta. Y están los renegados que aseguran que el centro no existe, y que no nos queda otra que arriesgar alternativas.

Sin duda, una discusión de alta escuela filosófica, que paradójicamente se da en el Chaco, una provincia marginal, de un país periférico. Peor imposible. Mejor tampoco.

No es la primera vez que pasa. Ya desde 1999, durante dos semanas del mes de junio, la Fundación Mempo Giardinelli organiza este Seminario de Literatura Argentina que funciona como un curso de posgrado de la Universidad de Virginia, Estados Unidos.

Las clases están a cargo de algunos de los más destacados escritores nacionales como Ana María Shúa, Noé Jitrik, Tununa Mercado, Perla Suez, Alicia Borinsky y el propio Giardinelli, que mantienen contacto directo con los alumnos.

Ellos le llaman “convivio”, y en esto radica la diferencia con otras experiencias académicas porque los autores comparten con los alumnos sus charlas, paseos, cine, cenas, desgranando la intimidad de su obra, mientras los alumnos hacen lo propio.

Vale decir, todos ellos, están cursando los últimos años de sus maestrías y doctorados y la oportunidad se presta para que moldeen sus tesis.

La Fundación, que esta estrenando su local de José María Paz 355, ofrece las condiciones ideales para este laboratorio de ideas. Allí donde antes funcionaba “Investigaciones”, hoy existen aulas equipadas para que las nuevas generaciones investiguen con total libertad. Allí donde antes se apilaban los prontuarios policiales, hoy se levanta una de las bibliotecas más exquisitas de la región.

Resistencia, también hace a la cosa, con sus gestos pueblerinos y sus aspiraciones de gran capital. Los estudiantes se alojan en casas de familia donde se nutren de la idiosincrasia local, que es nutrirse de vinos, asados y anécdotas, de las esculturas y del Fogón de los Arrieros, de escapadas a Cataratas del Iguazú, con parada obligatoria en las ruinas de San Ignacio y la casa de Horacio Quiroga.

El azar y destino, se encargan del resto. Sergio, colombiano de Bogotá, trabajó en su tesis de grado sobre la obra de Saúl Yurkevich, un poeta platense, del que poco se sabe.

De hecho, así como Patricia, que es norteamericana y no puede pronunciar la erre pero maneja la gramática castellana mejor que el más chaqueño.

Sergio, sabe más de Yurkevich que cualesquiera de sus compatriotas. Lo que el muchacho no sabía, hasta este Seminario, es que su escritor fetiche vivió en el Chaco a fines de la década del 50, cuando estuvo contratado para dar clases en la facultad de Humanidades de la UNNE, que recién se gestaba.

Y él también paso por el Fogón, y compartió vinos y asados y dejó anécdotas. Sergio ya esta pensando en volver, y en quien le dará la beca para hurgar en este pasaje de la historia.

Porque así como no se puede negar que la fuerza centrípeta tira, y mucho, tampoco se podrá negar que siempre hay alguien dispuesto a construir los centros desde las márgenes.