CADA ALUMNO LEE 1,3 LIBROS EN LA ESCUELA
Hábito fundamental para el aprendizaje
El estudio refleja el impacto que tiene la continuidad de las políticas de distribución de ejemplares en el aula En las escuelas de mayor nivel social, los chicos llevan sus propios textos
Según un nuevo índice que refleja una realidad preocupante, un alumno argentino lee en promedio 1,3 libros de texto por año en la escuela, proporción distante de la que existe en otros países. Mientras en Brasil cada chico lee 3,3 libros en el año escolar, en Chile el número asciende a 3,6 y México alcanza los 10 libros por chico. A pesar de ello, la cifra actual en la Argentina duplica el promedio de 1998, que era de 0,77 libros por estudiante. "Cuando asumimos -en 2003-, el promedio era de 0,33 libros por alumno. Y la nueva cifra de 1,3 no incorpora el mercado del libro usado. Desde el inicio nos propusimos universalizar el libro de texto, que es imprescindible", dijo a LA NACION el ministro de Educación, Daniel Filmus. Otro punto que distancia a la Argentina de los países citados es la inestabilidad y falta de continuidad de las políticas de dotación de libros por parte del Estado. Mientras en Chile el programa de textos escolares tiene 65 años de antigüedad, en México lleva 46 años y en Brasil, 39.
El estudio refleja el impacto que tiene la continuidad de las políticas de distribución de ejemplares en el aula En las escuelas de mayor nivel social, los chicos llevan sus propios textos
Según un nuevo índice que refleja una realidad preocupante, un alumno argentino lee en promedio 1,3 libros de texto por año en la escuela, proporción distante de la que existe en otros países. Mientras en Brasil cada chico lee 3,3 libros en el año escolar, en Chile el número asciende a 3,6 y México alcanza los 10 libros por chico. A pesar de ello, la cifra actual en la Argentina duplica el promedio de 1998, que era de 0,77 libros por estudiante. "Cuando asumimos -en 2003-, el promedio era de 0,33 libros por alumno. Y la nueva cifra de 1,3 no incorpora el mercado del libro usado. Desde el inicio nos propusimos universalizar el libro de texto, que es imprescindible", dijo a LA NACION el ministro de Educación, Daniel Filmus. Otro punto que distancia a la Argentina de los países citados es la inestabilidad y falta de continuidad de las políticas de dotación de libros por parte del Estado. Mientras en Chile el programa de textos escolares tiene 65 años de antigüedad, en México lleva 46 años y en Brasil, 39.
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