Discutir Infancia Es Discutir Futuro

Primera Línea Online - Sábado 10 de junio de 2006.

Señor Director:
El déficit nutricional en el Chaco es alarmante. La epidemia silenciosa en el Chaco es la desnutrición. La desnutrición crónica afecta la vida adulta. Pobreza infantil es igual a la vida adulta desventajada.

La infancia es un sujeto sin representación, por eso sus derechos no se respetan. Los niños no optan, no cuentan con demasiadas asociaciones que luchen por ellos. Ser niño no es una tarea sencilla. Luego de un siglo de avances en la protección de la niñez, la realidad denuncia un contexto de mayor protección formal de los derechos de los niños, mientras que en términos materiales estos derechos no están garantizados para siete de cada diez niños chaqueños.

Cuando se analiza la realidad provincial se aprecia que en algunas áreas geográficas la desigualdad es aun más remarcada, por ejemplo si se toma la región del Impenetrable de nuestra provincia, los niños y los adolescentes viven en situación de indigencia.

Muy pocos niños reciben educación, alimentación de calidad que les permita el desarrollo pleno de sus facultades físicas y mentales. La inmensa mayoría de los niños padece mala alimentación,desnutrición y accede a “escuelas con innumerables carencias”.

Algo tan común y elemental para ciertos sectores, como un buen desayuno nutritivo, para miles de estos niños es algo desconocido; sólo comen una vez al día en los comedores comunitarios o en las escuelas que lo tienen.

La mayoría no competa los estudios primarios, de manera que la marginalidad y el abandono se agregan a la deserción escolar y otros quiebres personales muy fuertes como la delincuencia, las adicciones y el alcoholismo a muy temprana edad.

En el futuro muchos de ellos serán desocupados o realizarán trabajos precarios informales, otros tantos trabajarán -o trabajan- desde la infancia, pues hay una correlación directa entre pobreza y trabajo infantil.

La diferencia de oportunidades repercute intensamente en el presente y en el futuro de los niños del Chaco. Aparentemente hay consenso teórico a cerca de que todos los seres humanos deben acceder a condiciones mínimas desarrollo pero no se traduce en la práctica.

Una de las manifestaciones más crudas de la desigualdad se manifiesta en las condiciones nutricionales de la población en situación de pobreza. Esta epidemia silenciosa que afecta a cientos de miles de niños y niñas se observa principalmente en el Chaco.

La anemia afecta a un gran porcentaje de niñosde 0 a 5 años, vulnerando su salud y su capacidad de aprendizaje y el 35% de las embarazadas padece este mal que afecta la calidad de vida y el crecimiento fetal. Datos de esta provincia sugieren que la anemia en escolares es frecuente, especialmente en el primer ciclo -alrededor del 20%-.

Estos datos alertan sobre problemas de atención y aprendizaje. El retraso en el desarrollo cognitivo es una dramática consecuencia de las carencias alimenticias de estímulo y de cuidado.

¿Es posible cambiar esta realidad? ¿Cómo mejorar el presente para asegurar el futuro de los más pequeños, de los más indefensos? ¿Qué resulta factible y qué mera expresión de deseos? ¿Cómo conciliar intereses, situaciones, opiniones, con qué costo? ¿Cómo sumar voluntades en una sociedad disociada, con brechas casi insalvables? ¿Se trata de un problema económico, o político? ¿Hay alternativas de acción, o pensar una sociedad mejor es una utopía, una ingenuidad voluntarista?

Si pretendemos alguna oportunidad de realización, de pasar efectivamente del papel a los hechos, debe ser asumida necesariamente como parte de un proyecto político. Muchas fuerzas deben movilizarse para materializar este proyecto.

Se debe articular un proyecto político centrado en la infancia y en la protección de la familia, porque de lo contrario estamos condenando al suicidio a las nuevas generaciones.

María Elena Vargas

Diputada Provincial PJ