Opinión: La Política Desinformativa Del Gobierno Provincial

Chaco Día Por Día - Miércoles 15 de noviembre de 2006.

Lo sucio, lo malo y lo feo ... “Estamos informados de todo, pero no nos enteramos de nada” - Ezequiel Fernández Moores.

“Esto es ciencia-ficción”, calificó Canal 9 las declaraciones del Gobernador Roy Nikisch, quien intentaba por todos los medios desacreditar a los hermanos aborígenes, cuya lucha ya lleva 15 días ... y 514 años.

También, sin la trascendencia que debería tener, el Sindicato de Prensa denunció sistemáticamente la censura y la negativa del Gobierno a permitir a los trabajadores de prensa cubrir este conflicto.

Paralelamente, desde la oficina de prensa del Gobierno se puso en marcha la aceitada maquinaria de desinformación para aislar este conflicto y desvirtuarlo, a sus protagonistas o las personalidades que se suman solidariamente y a los pocos medios y periodistas que denuncian esta situación.

La hipótesis que orienta este estilo de comunicación tiene su fundamento en la propaganda de guerra, cuyas cuatro reglas básicas son tan sencillas como eficaces:

• Ocultar los verdaderos intereses.

• Demonizar al adversario.

• Descontextualizar la historia.

• Preparar la amnesia.

La opinión publica es bombardeada metódicamente y hasta el hartazgo con noticias, informaciones, opiniones y declaraciones de funcionarios y referentes políticos de la Alianza gobernante. La secuencia podría graficarse de la siguiente manera:

• Radiodifusión: programas de radio en ‘cadena provincial’ en los que los ‘oyentes’ solicitan salir al aire desde teléfonos ubicados, la mayoría de las veces, en oficinas de ministerios y despachos legislativos, con el fin de opinar sobre “la fealdad”, “las molestias” ocasionadas y los “malos olores” del conflicto aborigen.

• Prensa gráfica: proselitismo disimulado en la sección ‘Cartas de Lectores’ mayormente firmadas por conspicuos punteros radicales.

• Teledifusión: “encuestas callejeras” en las que, de tres personas entrevistadas, todas coinciden en la repugnancia que les provoca la lucha aborigen y, llamativamente, la opiniones en favor de los indígenas brillan por su ausencia. Demás está decir que todas reflejan un fuerte contenido racista.

• Publicidad en la Vía Pública: se empapela la ciudad con propaganda a favor del Gobierno o desacreditando a la oposición, de forma tal que el reclamo ancestral de nuestros hermanos indígenas queda reducido a la mezquindad de la lucha por el poder político. Esto no sólo demuestra que la Alianza gobernante interpreta hasta las demandas más profundas como si fuesen disputas electorales, sino su incomprensible arrogancia: para Nikisch los aborígenes no son un interlocutor válido; para Nikisch los aborígenes ni siquiera existen.

• La pluma y la palabra de algunos periodistas cuyos programas o periódicos son financiados por el Sistema de Propaganda del Estado: implacablemente, a toda hora, desacreditan, denigran, ofenden y agreden a las personas que están entregando la poca salud que les queda para conseguir reivindicaciones mínimas para sus pueblos.

‘Los muchachos’ están preparando el escenario para trasladar las responsabilidades del daño a las víctimas y justificar medidas represivas más contundentes, ocultando así la historia de esta lucha y disimulando sus verdaderos fundamentos.

El verdugo se presenta como víctima y plantea un curioso razonamiento: “esto sólo es una expresión de la ‘locura’ de un ‘grupito’ fogoneado, financiado por la oposición, que quiere arruinar la paz social: su objetivo es salir airoso del conflicto sin pagar un alto costo en la opinión pública”.

El poder del Cuarto Poder (los Medios de Comunicación o Grandes Empresas de la Desinformación) reside en la capacidad de influir, desvirtuar, manipular y operar sobre la ‘Opinión Publica’. El famoso “miente, miente que algo quedará ...”, de Goebbels, a lo largo de los años se ha refinado, y en nuestra Provincia ha sido uno de los soportes esenciales del neofeudalismo Rozista que hoy conduce los destinos de los chaqueños.

Hebe de Bonafini tiene razón cuando expresa su opinión sobre el Gobierno provincial. Habría que insistir en que esta maquinaria infernal logra transformar el sentido de una frase en su opuesto. Ante la Opinión Pública se presentaron sus palabras como una cuestión de invasión, de intromisión, de “federalismo vs. Centralismo” (defender lo nuestro) y se logró convencer de ello a una parte importante de la sociedad.

Es fundamental darle batalla al aparato propagandístico del Rozismo racismo y sus alcahuetes, desmontar todas su mentiras y socializar hasta el máximo estas informaciones y reflexiones: nuestro Pueblo no es tonto y, mal que les pese a estos muchachos, no hay engaño que dure cien años.

Prof. Marcelo Salgado

DNI 24.297.553

(Y no sólo con el conflicto aborigen ... sino con todos los conflictos ...)