La Mudanza Del Ministerio De Educación

El ciclo lectivo no inició, y Educación ya sufrió el primer paro del año. Al interminable conflicto salarial se suma una insólita controversia por una necesaria pero poco querida mudanza. El ministro Landriel suma otro frente de conflicto y aún no responde. Luis Garcilazo, dirigente gremial del ala dura amenaza con continuar los paros.

Por: Fabricio José Glibota.

fjglibota@nusquam.com.ar

El de la educación parece ser un problema sin solución en el Chaco. El área hoy se encuentra paralizada en su sector administrativo debido a una poco oportuna protesta del personal del Ministerio de Educación que se niega a ser trasladado a una nueva sede.

Con este panorama, y ante las constantes amenazas de la triada sindical, las perspectivas para el ciclo lectivo que está por comenzar no son para nada alentadoras.

Por si esto fuera poco, con el correr de los días crece el escepticismo acerca de la actitud con la que el ministro de Educación, Carlos Landriel, afrontará la dura tarea de negociar ambos frentes, docente y administrativo.

Y es que el funcionario, en sus contadas apariciones públicas, aún no deja en claro el rumbo a seguir, y por momentos parece verse acorralado ante el cada vez más duro avance sindical.

La última medida de fuerza que afecto a la Educación de la provincia, sacudió muy fuerte a la opinión pública y puso de manifiesto que durante el 2006 el área estará nuevamente en el ojo de la tormenta.

A los constantes problemas salariales, ahora se suma la controversia por la intención del Ejecutivo de trasladar todas las dependencias del Ministerio de Educación (17 en total) y concentrarlas en un mismo edificio.

El proyecto rápidamente encontró la aceptación de la población en general, principalmente de los docentes no alineados, que ven con buenos ojos la mudanza que significaría una mayor comodidad a la hora de realizar todos los trámites laborales.

El único punto negativo en este sentido, sería la lejanía de la nueva sede que se instalará en el edificio conocido como “ex planta de Noblex” (Avenida 9 de Julio al 2.100), cuando actualmente funciona repartido en varios inmuebles del radio céntrico.

En cuanto a las opiniones a favor, los interesados manifiestan que, al funcionar todas las oficinas en un mismo lugar, los trámites y “papeleos” se acelerarán. Asimismo, remarcan que al no estar en el centro de la ciudad, los empleados no abandonarán sus puestos de trabajo para ir a “hacer compras” en los alrededores.

Y aquí entra en juego una vez más la fuerza sindical. Es así que, de la mano de UPCP, el numeroso personal administrativo puso el grito en el cielo ante cualquier intento de mudanza, dando inicio a las medidas de fuerza a pocos días de haber vuelto a sus puestos laborales luego del receso de verano.

Mientras que en la “ex Noblex” avanzan a gran velocidad los millonarios trabajos de reparación y readecuación, llevados adelante por varias empresas constructoras, en el tercer piso de Casa de Gobierno (actual sede de la cartera de Educación) el delegado gremial Luis Garcilazo asegura que con el correr de los días “las medidas de fuerza se incrementarán”.

Entre otros puntos, el intransigente dirigente de UPCP señala que “con meno dinero del que se está invirtiendo en la Noblex podría construirse un edificio en el centro de la ciudad ... obligará al personal a tener más gastos en transporte, además de que el edificio no tiene la capacidad para albergar a los más de 800 empleados con que cuenta el Ministerio”.

En cuanto al incremento de los gastos en transporte, sería de un pasaje en colectivo extra por día, además que las autoridades de Gobierno ya han adelantado que se estudia una casi segura contemplación de este “aumento” en materia de viáticos.

Sobre el segundo punto, el de la capacidad del inmueble, basta con recorrer las actuales dependencias que, aunque céntricas, se encuentran sobrepobladas y con evidentes problemas edilicios, lo que complica no solo la labor del personal, sino que convierte en una verdadera odisea la realización por parte de un docente de un simple trámite burocrático, llegando a perder más de un día por algo que debería completarse en un par de horas.

A pesar de las presiones sindicales, desde el Ministerio de Educación se asegura que la mudanza no se detendrá.

Ante la falta de respuestas del ministro Landriel, es la subsecretaria Marta Fassano quien por estos días lleva la voz oficial, dejando en claro que “la decisión ya está tomada y supondrá una sensible mejora en eficiencia administrativa”.

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