En Barranqueras Temen Otro Desalojo Como El De Vilelas
Diario Norte Edición Digital - Domingo 12 de marzo de 2006.
Unas 40 familias que viven en el Lote 296 de Barranqueras temen ser víctimas de un desalojo al estilo del ejecutado en Puerto Vilelas en enero, con la diferencia de que ellas llevan casi una década habitando ese predio, donde levantaron sus viviendas y crían a sus hijos.
El clima en el lugar cambió dramáticamente en los últimos meses. Antes de las elecciones de octubre del año pasado, los vecinos recibieron la visita de la intendenta Alicia Azula prometiéndoles que les regularizaría la situación.
Pero luego de los comicios ya ni siquiera pueden tener una entrevista con la jefa comunal, que los deriva a funcionarios de menor jerarquía que les dicen que pueden ser desalojados en cualquier momento.
"No entendemos por qué este cambio de actitud, cuando lo único que queremos es legalizar nuestra situación para poder pagar los servicios de agua y luz, y no estar viviendo en las condiciones insalubres y peligrosas que soportamos hoy", comentaron Carlos A. Ortiz, Sandro Segovia y Carlos R. Ortiz, representantes de las familias.
Aparentemente, el predio es propiedad de una empresa constructora, pero otras versiones dicen que se trata de tierras del municipio. Lo que los vecinos quieren es que la comuna o la provincia, en caso de ser necesario, expropien el terreno teniendo en cuenta que las familias llevan allí muchos años asentadas.
Los voceros lamentaron que en medio del problema "ni en los medios de comunicación nos permiten expresarnos. Nos pasó, por ejemplo, que no nos dejaron salir en el programa del señor Raúl Bender, por Radio Chaco, porque nos dijeron que no querían quedar mal con la intendenta Azula".
Angustiados, los jefes de familia tampoco vieron más al diputado Gustavo Martínez, otro de los políticos que los visitó antes de las elecciones y que prometió soluciones. Ahora, el único dirigente que les tendió una mano es Aurelio Díaz, del Partido Obrero.
"Estas familias sólo quieren tener seguridad jurídica, y evitar que ocurra una tragedia. Están enganchados de manera peligrosa a la red eléctrica, y toman agua sucia, siendo que allí viven como cien chicos", contó.
"Tampoco queremos que esto sea otro Vilelas", plantearon los habitantes del lote, que se encuentra detrás del barrio 500 Viviendas. Ahora, presentaron una nota a la Legislatura pidiendo que se apruebe una ley de expropiación.
En general, los hogares levantados allí están integrados por personas sin empleo estable, que viven de changas, y hay también ancianos y personas con discapacidad.
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