Malvinas, La Herida Que No Deja De Sangrar
El Diario de la Región - Domingo 02 de abril de 2006.
Exactamente, 55 chaqueños dejaron sus vidas en las Islas. En total, fueron 649 los argentinos que murieron en una contienda heroica, pero a la vez nefasta. Durante 74 días, más de 11 mil hombres lucharon en nombre de la Soberanía, arteramente manipulada por el dictador Leopoldo Galtieri. Las consecuencias del combate se sufren hasta hoy: cientos de suicidios, ex-combatientes olvidados por el Estado y una sociedad traicionada.
Se celebra el Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas, fecha que recuerda 1982, cuando por orden del dictador Leopoldo Galtieri, las fuerzas argentinas desembarcaron y ocuparon las Islas Malvinas. Hecho controvertido –realizado por un gobierno de facto (antes que una necesidad del momento histórico, oportunismo del gobierno para continuar en el poder), sin visión, sin el recurso material y político para un enfrentamiento de igual a igual en un acto de soberanía legítimo.
La guerra no sólo concluyó en la derrota, también demostró lo que la sociedad puede estar de inmadura (¡qué fácil se deja engañar!) y lo que es incapaz de asumir y valorar, es decir, su vergonzosa conducta posterior.
Recuérdese que eran jóvenes de entre 18 y 22 años que de un día para otro fueron a la guerra, sin siquiera mediar una maduración de espíritu guerrero ante el contrincante (“porque odiando es como se puede matar”).
Chicos del subtrópico yendo al frío austral, con ignorancia, con hambre, sin preparación, sin sentir la razón vital, sin haber militado en esa razón; mientras que en tierra firme se vitoreaba en la Plaza de Mayo y se festejaba el Mundial (hagamos la salvedad de los familiares de esos chicos espantados).
Los que murieron, quedaron en las Islas. Un suboficial señalaba que en el antiguo Derecho Romano los cementerios pertenecían a las familias de esos muertos y que en Malvinas hay un cementerio de argentinos que ratificaba nuestra soberanía.
Los que volvieron fueron flagrantemente escondidos, en el sentido literal. Tardaron años para lograr pensiones y otros derechos inalienables. Aún los movilizados del litoral argentino no obtuvieron semejantes derechos como sus compañeros ex-combatientes, aunque participaron del teatro de operaciones del Atlántico Sur y los contiene la Convención de Ginebra.
No se implementó en los sucesivos gobiernos democráticos una política de Estado para los veteranos de guerra ni para la memoria de esta guerra. Por eso es que el ex-combatiente no fue coronado con un resarcimiento histórico, ni forma parte esencial en el estudio del alumno, el conocimiento profundo de la Gesta por Malvinas.
Dato tremendo y conciso es el número de suicidios de los soldados que allí estuvieron (más de 260) como así también los cuadros patológicos, adicciones, entre otros, que sobrellevan. Y que se trasladaron a sus familias.
Dice un excombatiente: “Que el reconocimiento sea pronto, porque vamos quedando pocos”. Así sea.
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