Aborígenes Resisten En Villa Río Bermejito
Diario Norte Edición Digital - Sábado 06 de mayo de 2006.
El dolor, la impotencia y la bronca motores de la protesta de Villa Río Bermejito-, siguen reinando en los aborígenes que mantienen firme su lucha, resisten y no van a bajar los brazos hasta lograr sus propósitos, según ellos mismos se encargan de aclarar.
Unos 550 aborígenes y 50 criollos que se sienten discriminados se autoconvocaron e iniciaron una fuerte protesta ingresando al mismo edificio comunal, solicitan la renuncia del intendente Lorenzo Heffner y la entrega de la ayuda enviada desde la Nación y la provincia para los afectados por las inundaciones que azota la zona.
"Somos castigados, somos peones de los políticos. Queremos demostrar que somos capaces de asumir un cargo como lo asumen muchos multimillonarios. Estamos haciendo muchos esfuerzo para ganar esta batalla y no vamos a bajar los brazos hasta que nosotros logremos la renuncia del intendente".
Las palabras corresponden al dirigente aborigen, Ricardo Sandoval quien comentó ayer por la mañana en FM Libertad la triste realidad que deben soportar a diario las comunidades de la zona.
La mayoría de los manifestantes que siguen acampando (ayer se cumplió el quinto días de protesta) frente a las puertas de la municipalidad, viven a unos 30 kilómetros de Villa Río Bermejito.
Así agregó: "Hay muchos aborígenes que están inundados y otros que no, pero tienen cerca el agua. No podemos entrar al monte, porque está lleno de agua. Por eso le pedimos al intendente que resuelva nuestros problemas. Más allá que no tengamos las casas inundadas, tenemos muchos problemas".
Fue más allá y entrecortando la voz por las lágrimas recordó que "las aguas bajaron, pero se pudrió el pasto que comían los pocos animales que tenemos. La situación es muy triste".
"Hace cinco días que abandonamos la familia. Tengo cinco hijos que está cuidando mi esposa. Muchas ancianas quedaron cuidando a sus nietos para que sus mamás vinieran aquí a reclamar por sus derechos", indicó al programa que conduce José Viñuela.
Más allá de solicitar la renuncia del intendente Heffner, los aborígenes aseguran sentirse discriminados y acusan de mal trato al titular del Ejecutivo local. Así fundamenta Sandoval:
"Tenemos que soportar que el intendente (Heffner) nos diga que somos enfermos o que somos personas que no tenemos la posibilidad de poder estudiar. Son palabras que no queremos escuchar. Estamos cansados de pedirle al intendente, y es por eso que hicimos esta protesta con abuelos y niños para instalarnos en el municipio".
Asimismo comentó una de las tantas situaciones desatadas durante la manifestación en el municipio local. "Durante nuestra manifestación vino un hermano queriendo defender al intendente. Pero son minorías", dijo.
En este sentido acusó a Heffner de ofrecer pagar a "unos muchachos 30 pesos para que estén en el municipio defendiéndolo en su cargo".
"Los compraron a los hermanos aborígenes, le entregaron mercaderías, plata; mientras que nosotros pedimos cosas y nos dicen que no tienen", disparó.
Concluyendo, Sandoval insistió que "no estamos reclamando sólo mercaderías, sino estamos reclamando por mal trato del señor intendente hacia nosotros".
Por último, contó que "el intendente no quiere atenderlos en el despacho porque dice que vamos a ensuciar el piso. Solamente quería recibir a cuatro aborígenes en su despacho, pero nosotros queríamos que nos atienda a 25 dirigentes de las distintas comunidades".
"No nos atiende, sólo en la calle o en la vereda, pero no en el despacho", finalizó.
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