Aborígenes: Se Deteriora La Salud De Los Ayunantes
Diario Norte Edición Digital - Domingo 06 de agosto de 2006.
El médico Rodolfo Sobko, que controla en forma periódica a los doce aborígenes que desde hace quince días llevan adelante una huelga de hambre en la Casa de Gobierno dijo ayer que al menos dos de ellos presentan un cuadro "con marcado deterioro físico y espiritual" que compromete su salud, mientras que el resto de los ayunantes ya comenzó a presentar los signos propios de la falta de ingesta de alimentos sólidos.
El galeno señaló que los huelguistas le aseguraron que continuarán con la medida de fuerza "todo el tiempo que sea necesario" y abogó por una pronta solución del conflicto, para evitar que la protesta entre en un camino sin retorno.
"Convicción y fuerza espiritual"
El médico Sobko dialogó ayer con la prensa en el acceso a la Casa de Gobierno donde describió la situación de cada uno de los ayunantes y aseguró que los huelguistas siguen adelante con "convicción y fuerza espiritual".
Acompañado de la médica tradicional toba (pioxonág en lengua qom), Tina Medrano, Sobko explicó que en la cultura indígena existe la creencia de que una persona que muere puede comunicarse con sus seres queridos, y observó que en esto se apoyan los doce aborígenes que llevan adelante la huelga de hambre para no abandonar la medida de fuerza.
"Están convencidos de que su lucha no será en vano, más allá de lo que les pueda pasar. Uno de ellos me dijo que si muere, volverá como un ancestro para alentar a sus hijos a que mantengan firmes sus reclamos", graficó Sobko.
Recomiendan internación
Respecto del estado de salud de los integrantes del grupo de ayunantes, el médico dijo que quienes están en peores condiciones son Carlos Romero, de 44 años, quien registró una pérdida de más de 7 kilos de peso y el pastor aborigen Ceferino Pérez, quien sufrió una disminución similar. Para ellos, el profesional recomendó incluso internación.
Ricardo Sandoval, de 32 años, e Inocencia Charole, en tanto, vieron agravado su cuadro de salud a raíz del aislamiento que mantienen en el cuarto piso de la Casa de Gobierno. En ese sentido, Sobko explicó que todo el grupo "duerme en el piso, y la luz artificial del lugar se mantiene encendida todo el día, lo que provoca tensiones y fatiga a los huelguistas".
La prensa sigue prohibida
Las restricciones al trabajo de la prensa que cubre el conflicto indígena continuaron ayer firmes en la sede del Ejecutivo provincial y no se permitió el ingreso de periodistas al lugar donde permanecen los doce aborígenes que llevan adelante una huelga de hambre desde hace quince días.
Un inusual dispositivo policial, con uniformados fuertemente armados, es el límite que tiene por estos días la labor de los periodistas que intentan conocer sin intermediarios el estado de salud de los huelguistas.
Parte de ese cerco informativo cedió ayer durante la visita que realizaron el vicejefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Emilio Pérsico, y el diputado nacional José Mongeló a los doce aborígenes que ayunan en el cuarto piso de la Casa de Gobierno.
La insistencia de los funcionarios para que se dejara a los periodistas cubrir la información, hizo que sólo se autorizara la presencia de un solo fotógrafo en el cuarto piso del edificio oficial.
El resto de los trabajadores de prensa fue obligado a permanecer en la planta baja de la Casa de Gobierno.
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