La Principal Apuesta Es La Educación Media
La NaciOnline - 17/09/2006.
La valorización del secundario, que recuperará hasta su propio nombre, y la presencia más activa de la función ireemplazable de los docentes son algunas de las principales novedades del texto definitivo que el Gobierno enviará al Congreso para lograr la nueva ley de educación nacional. Cuando el proyecto se apruebe, quedará firmado el certificado de defunción de la polémica ley federal de educación, que rigió sin éxito en los últimos 13 años, tras ser aprobada por abrumadora mayoría en 1993 y que hoy puede considerarse huérfana, ya que ningún sector político -ni siquiera quienes en su momento la votaron- la reivindica.
Con la obligatoriedad del secundario, el proyecto de Filmus aspira a combatir el estigma lacerante del fracaso escolar, que se resume en los 511.000 chicos que cada año repiten de curso y otro medio millón que directamente abandona la escuela, problema que se concentra principalmente en el polimodal, que nació para acercar a los jóvenes al trabajo y hoy produce unas 240.000 deserciones por año.
Todo ello, sin contar las cavilaciones y dudas de quienes llegan a terminar el secundario, pero después navegan o fracasan en la universidad.
Para remontar ese déficit, el proyecto estipula que se acompañe la trayectoria escolar de los jóvenes con tutores y coordinadores de cursos y desarrollar procesos de orientación vocacional, entre otras herramientas.
Con 135 artículos, el nuevo proyecto casi duplica los 70 que tenía la ley federal de educación, que apenas dedicaba dos artículos a los docentes. El proyecto de Filmus asigna 11 artículos a los derechos, obligaciones y la formación de los maestros, fruto seguramente del acompañamiento que hicieron los gremios docentes a la propuesta oficial.
El anteproyecto recogió distintos aportes de instituciones y especialistas en los últimos cuatro meses. Una novedad es el artículo 2°, que declara la educación como "un bien público y un derecho personal y social", tomado de una propuesta que hizo el ex rector de la UBA Francisco Delich.
Hay, además, otras ideas que llevaron organizaciones de derechos humanos, como la de incluir entre los contenidos obligatorios "el ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre el proceso histórico y político iniciado el 24 de marzo de 1976, que quebró el orden constitucional e instauró el terrorismo de Estado".
Pese a disponer más años de escolaridad obligatoria, la propuesta no avanza en la ampliación horaria de la jornada escolar, que seguirá siendo de cuatro horas. Sólo hay un tibio compromiso para incrementar "de manera gradual y progresiva" el número de instituciones de jornada extendida o completa.
Tampoco avanza en la generación de instrumentos que garanticen una evaluación independiente de la calidad de la enseñanza, más allá de la actualización de los contenidos curriculares. Se dejó de lado la idea de crear un instituto autónomo para monitorear la evolución de la calidad de la enseñanza, función que seguirá a cargo del propio Ministerio de Educación.
De todos modos, se creará un órgano consultivo, integrado por académicos y representantes de la sociedad y de gremios docentes para asesorar sobre los criterios y modalidades de los procesos evaluativos y la difusión de la información.
La creación de consejos asesores se repite para acompañar las políticas de nuevas tecnologías y el Instituto de Formación Docente, además de otros organismos creados en el seno del Consejo Federal de Educación, integrado por los ministros del área de todo el país, que tendrá atribuciones para fijar medidas que serán obligatorias para las provincias.
Por Mariano de Vedia
De la Redacción de LA NACION
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