Un Sistema De Tutorías Para Aprender Desde El Afecto Y La Amistad
La NaciOnline - 15/01/2007.
Peraj Argentina. Se llevó a cabo en 4 escuelas de la Capital.
Ezequiel tiene 11 años y mira hablar a Hernán Danziger, de 21. Lo mira fascinado, con una admiración de hermano menor, aunque entre los dos no hay lazos de sangre. Se conocieron a principios de 2006, cuando Peraj Argentina, filial local de un sistema de tutorías de procedencia israelí, los reunió junto a otras 19 parejas para iniciar una experiencia piloto.
La propuesta del programa es ayudar, a partir de la creación de vínculos afectivos, a chicos en situación de vulnerabilidad social. Nacido en 1975, Peraj (que en hebreo significa "flor") fue ideado por el Instituto Weitzmann de Israel.
El programa pronto se hizo internacional: comunidades de Inglaterra, Suecia y Chile, entre otros países, emularon la iniciativa. En total, se calcula que unas 1500 escuelas de todo el mundo participan hoy del proyecto.
"No sólo nos ocupamos de chicos que provienen de hogares con problemas económicos -aclara Batia Nemirovsky, directora del Consejo Central de Educación Judía de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), principal impulsora de la filial en nuestro país-. Muchos chicos tienen dificultad para relacionarse con sus compañeros de colegio. Y otros son violentos en el seno familiar."
Leticia Baran, supervisora pedagógica del proyecto, dice que uno de los objetivos de Peraj es reinstaurar lazos sociales. "Hoy los chicos pertenecen a una masa siempre pegada a Internet. Con los tutores generaron una complicidad que los enriquece y les aporta modelos", explica.
Durante todo el año lectivo, los tutores visitan a los chicos en sus casas al menos dos veces por semana, y pasan el tiempo con ellos jugando juegos de mesa, conversando y ayudándolos en las tareas escolares. Pero eso no es todo.
Las parejas también realizan salidas programadas a plazas, exhibiciones y museos. Ezequiel recuerda especialmente una visita al Museo de Boca Juniors. "Me gustó la parte de los televisores que mostraban goles. Me encantó estar con Hernán. Ahora lo extraño un poco", dice casi sin darse un respiro. Danziger asiente. Ezequiel y él dejaron de verse a mediados de diciembre, cuando terminó el ciclo lectivo, y el año próximo deberán cambiar de compañeros.
Sin embargo, señala Danziger, la amistad queda. "A veces se peleaba con un compañero en el colegio y a la tarde me contaba lo que había aprendido. Algunas de sus conclusiones eran sorprendentes. Yo también aprendí cosas de él", cuenta este estudiante de administración de empresas.
Silvia Chaiquin, madre de Ezequiel, dice que durante el año percibió una mejora en la conducta de su hijo. " Eze era un chico agresivo, de empezar a las patadas cuando algo le venía mal, pero ahora está mucho más tranquilo", revela.
Los chicos fueron seleccionados de cuatro escuelas públicas de la Capital Federal, mientras que la primera camada de tutores provino de la comunidad judía, a través del boca en boca y del envío de newsletters .
Para este año, la idea es incorporar jóvenes de otros ámbitos, siempre y cuando cumplan los siguientes requisitos: deben tener entre 20 y 25 años de edad y cursar una carrera universitaria o terciaria en una institución pública. A cambio, los tutores elegidos reciben 200 pesos mensuales para solventar sus estudios.
En 2007, las autoridades de Peraj también proyectan aumentar la plantilla. "Queremos tener veinte parejas en la Capital Federal, otras diez en la provincia de Buenos Aires, y arrimar voluntarios en Tucumán y Santa Fe", planea Nemirovsky.
Las expectativas a futuro son altas. El tiempo dirá. Mientras tanto, en la Argentina crece una estrategia distinta para enfrentar la pérdida de vínculos sociales y los conflictos de la infancia.
Manuel Crespo
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