A Dónde Va La Educación En El Chaco

Carta de lectores - El Diario de la Región - Miércoles 13 de julio de 2005.

Preocupa profundamente el modo en que el gobierno provincial viene gestionando el conflicto docente en particular, el sistema educativo en general.

Primer punto: la decisión de reemplazar al frente de la cartera educativa a un docente por un médico, de especialidad ginecólogo, de práctica médica sanatorial.

¿Qué puede decirse de esto sin caer en obviedades, en lugares comunes, en ironías u ofensas? Señalemos sí que es una agresión, además de un grave error político que afecta a la docencia chaqueña y a la comunidad educativa en su conjunto.

Desde el desconocimiento absoluto sobre la educación (ni hablemos de las áreas de Cultura, Ciencia y Tecnología). ¿Qué políticas educativas se pueden definir? ¿Qué prioridades de financiamiento se pueden sostener con fundamento?

Desde la ignorancia acerca de quiénes son los docentes, cómo piensan y trabajan, cuál es el grado de legitimidad de sus dirigentes gremiales y cuáles son sus prácticas de lucha, ¿qué diálogos se pueden entablar? ¿qué consensos se pueden construir? ¿cómo se puede ser sensible para captar la intranquilidad, la insatisfacción, el sufrimiento de trabajar en las condiciones en las que lo hacen: violencia familiar y desnutrición, desocupación y pobreza extrema, aulas deterioradas, instalaciones eléctricas sanitarias, sueldos lamentables, propuestas de capacitación que se les imponen y/o no responden a sus reales necesidades.

Desde la ignorancia, ¿cómo se puede comprender el sufrimiento, la intranquilidad, que supone interrumpir la normalidad cotidiana de la escuela, los horarios, los chicos, los compañeros de trabajo?

Desde la ignorancia, ¿cómo puede entenderse, simultáneamente, el crecimiento y el aprendizaje colectivos, que movilizaciones como ésta suponen? Los debates, los análisis, los disensos, las convicciones que se ponen a prueba, los encuentros y los desencuentros, las capacidades que se descubren y potencian, la solidaridad organizada.

Segundo punto, siguiente agresión: la forma y contenido que adopta el ministro del área cada vez que "contesta" a los docentes. Los dirigentes gremiales mienten, manipulan a sus representados, están guiados por intereses personales o partidarios, son autoritarios, intransigentes, no quieren dialogar. Su "negocio" es la confrontación. Es necesario (ésa es la estrategia) separarlos, marcarlos, estigmatizarlos: los dirigentes son los malos; el resto de la docencia, los buenos. Los buenos que, según este funcionario van cada vez en mayor número a trabajar porque responden ala convocatoria y al lema oficial: "La prioridad de este gobierno es la educación". Creen en el lema a ojos cerrados. Muy cerrados.

Tercer punto; la tercera agresión: $15 en tres cuotas bimestrales de $5 cada una. Ante la "intransigencia" gremial, la contrapropuesta de aumentarlas a $6. ¿Hacen falta comentarios?
Por ejemplo: ¿hace falta decir que nadie, ni siquiera quien hizo explícita la propuesta puede creer seriamente en ella? ¿Hace falta decir que, más que desconocimiento o error político, lo que sugiere es burla, agravio, desprecio por los docentes, los alumnos y los padres? Además de poner en evidencia un manejo perverso y autoritario. ¿Es necesario decir que esta gestión ministerial se inscribe dentro del conjunto de gestiones que contribuyen activamente a aumentar los niveles de riesgo educativo de la infancia y de la adolescencia chaqueñas? ¿Hace falta decir que la actual conducción no tiene credibilidad? No, no es necesario. Las palabras huelgan. Políticas serias, acciones inteligentes, actitudes responsables, manejos competentes y preocupación genuina, es lo que falta, obviamente, a gritos.

Profesor Hugo Deschutter.