Casi Dos Décadas De Esculturas
Diario Norte Edición Digital - Sábado 15 de julio de 2006.
Los escultores, manos a la obra
Ayer a última hora Fabriciano Gómez y un ejército de colaboradores ultimaban los detalles para el despegue de la Bienal de Esculturas 2006. Poco antes de las 21, llegaba a Resistencia el escultor japonés, Masahiro Hasegawa, y con él se completaba la lista de participantes, que minutos después se presentaron en la Asociación Española de Socorros Mutuos.
La subsecretaria de Cultura Marilyn Cristofani fue la encargada de darles la bienvenida a los artistas, mientras que la gente de la Fundación Urunday entrego credenciales y carpetas con pautas de trabajo y un organigrama de las actividades previstas para los próximos siete días.
De allí, todos partieron hacia el Fogón de los Arrieros, donde se realizó la cena de camaradería en la que se escucharon nueve lenguas. Para ello, la Fundación debió gestionar una docena de traductores, algunos pagos, como el que asistirá al escultor chino, Li Dongliang, quien solo habla mandarín.
Y otros que ofrecerán sus servicios "por amor al arte", como la ciudadana rusa, radicada en Resistencia que será la sombra de su compatriota, el escultor Vladimir Golovkov.
Todos ellos fueron presentados, durante la mañana en el predio del Domo del Centenario, un verdadero hormiguero de hombres y mujeres que iban y venían montando estructuras y dando los últimos toques a sus respectivos stands.
Entre ellos, quien acaparó todas las miradas fue el escultor holandés Roel Teeuwen, quien ya había participado del certamen y ahora volvió en calidad de jurado. Asimismo, Teeuwen tiene pensado realizar una escultura efímera de mas de 80 metros de largo y al menos cinco metros de alto que flotará sobre el río Negro. Semejante obra le requerirá un trabajo descomunal y es por eso que ayer el holandés ya comenzó a trabajar en su proyecto, generando expectativas a su alrededor.
Con un nuevo escenario, escultores y estudiantes invitados iniciarán hoy una nueva edición de la Bienal Internacional de Esculturas, que organizan la Fundación Urunday y el gobierno chaqueño desde 1988.
El Domo del Centenario Zitto Segovia cambió de fisonomía en muchos de sus rincones y hoy se presenta casi desconocido por los agregados: el nuevo galpón de la Fundación Urunday y el departamento de restauración de esculturas, el sector de exposiciones que incluye pabellones oficiales y de reconocidas empresas, así como distintos ámbitos de servicio e información, entre otras novedades.
Gran parte de estos recursos buscarán asegurar la convocatoria del público, que -desde siempre- disfrutó de la competencia en la plaza central de la ciudad.
Más allá de los once escultores participantes, que buscarán alzarse con los principales premios, esta bienal reunirá una gran cantidad de artistas plásticos invitados.
De uno y otro lado de la galería de acceso al pabellón, se realizarán paralelos grupos de escultores. El lado oeste será de estudiantes de todo el país: Yamila Cartannilica de Buenos Aries, Juan Bengler de Chaco, César Acosta de Jujuy; Carina Fabaro de La Rioja, Marcelo Arias de Mendoza y Gastón Spur de Río Negro.
Asimismo, del sudeste el encuentro de esculturas para artistas hasta 35 años, reunirá a Juan Parafioriti de Buenos Aires, Lihué Pumilla de La Pampa; Daniel Ciancio de Mendoza; Mauro Musante de Santa Fe y David Abt de nuestra provincia.
Del otro, esculpirán estudiantes de Bellas Artes de distintos puntos del país, en equipos de tres cada uno. Tendrán para trabajar, por grupo, un tronco de singulares características que podrán tallar en conjunto o seccionarlo en equipo.
Asimismo, los invitados mayores de 35 y los estudiantes seleccionados también se enfrentarán con la madera. "Vamos a entregarles ejemplares soberbios que cayeron en una histórica tormenta, ocurrida hace dos años atrás, en diciembre", recordó Fabriciano Gómez, alma máter de la organización. "Creemos que el mejor destino para los centenares de árboles caídos es el arte".
Asimismo, esta Bienal se caracterizará por las actividades paralelas y especiales. Los organizadores prevén una gran atracción en torno de la obra que realizará uno de los jurados, el holandés Roel Teeuwen. Con cubiertas de automóvil en desuso, el europeo propone una instalación en el paisaje que, por la característica del material, será efímera. Se ubicará entre el puente San Fernando y el de Los Inmigrantes, con una extensión de 500 metros.
Por otro lado, será significativa la masiva movilización de niños y docentes para un encuentro de grandes proyectos: realizarán, con material plástico descartable, enormes tatúes carreta y yacarés.
"Van a tener casi 80 metros de largo, así que serán unos bichos enormes", adelantó Vanegas, a cargo de la experiencia que reunirá a unos 4000 pequeños de toda la provincia, coordinados por un batallón de alumnos. Será el miércoles 19, de 9 a 15, en la pista de atletismo del Centro de Educación Física, aledaño al Domo.
Bien atrás, entre el sector de exposiciones y el bosque que divide el predio con el camping del parque, se concretará el Premio Desafío, que involucra a unas 20 academias de todo el país, con equipos de tres integrantes, cada una.
Muy cerca, el artista y teórico Norberto Pagano coordinará un singular taller escultórico para familias que trabajarán con descartes de aserraderos a partir de mitos y leyendas del Chaco, un tema que mantiene ligado al plástico con nuestra provincia desde hace años.
Serán sólo algunas de las propuestas de esta convocatoria que introduce cambios espaciales importantes y un nuevo futuro para los certámenes artísticos.
Van 18 años. La década de concursos anuales de escultura ocurrió entre 1988 (la primera edición) y 1998. A partir de entonces comenzó el ciclo de las bienales, que arrancó en 2000 y hoy se inaugura la cuarta.
En este tiempo pasó la vida por la plaza 25 de Mayo de Resistencia, ese enorme corazón ciudadano que latió en cada semana de julio entre artistas, obras, público y la realidad que seguía su curso.
Hubo certámenes nacionales, varios años de certámenes en madera hasta que irrumpió el mármol travertino y no faltó el metal. La plaza -además- se volvió una torre de Babel donde se escucharon las lenguas del mundo. Muchos visitantes regresaron y otros ya no están.
Hubo años de hiperinflación y de manifestantes en torno de ese epicentro de la ciudad, así como protestas piqueteras o huelgas de municipales, entre tanto sudor y lágrimas en esta provincia que resiste en los márgenes del país.
Sin embargo, la ciudad decidió seguir mirando al cielo y bajo esa comba celeste, sol y verdes, mantuvo en pie los concursos de escultura que se transformaron en patrimonio de la gente.
Un pueblo entero, sin distinción, transitó por esa plaza, dialogó con los escultores, preguntó por las obras. Sintió, en suma, que era suyo.
NORTE registró esa historia. Desde el principio a este presente. Y no es poco. En estos 18 años de certámenes de escultura, las páginas de este diario le asignaron un espacio más que significativo y una cobertura especial.
No perdió pisada de ese bullir artístico y social. Fue palabra e imagen de cada gestación escultórica, de la mirada de sus creadores, del sentir de la gente, del hacer de los organizadores. Tarea nada fácil ni menuda.
Un mismo equipo sigue desde hace 18 años estos certámenes y la vida también pasó por quienes lo componen. Esa permanencia y continuidad periodísticas concedidas a este acontecimiento que se erige como central en el movimiento cultural del Chaco contribuyó a la trascendencia alcanzada.
Y aquí seguimos. Hoy, cuando comienza otra historia en otro escenario.
0 Comments
Publicar un comentario
<< Home