El Problema Del Tabaquismo
Primera Línea Online - Miércoles 02 de agosto de 2006.
(*) Por el equipo del Propia
QUITILIPI - Aquellos profesionales que trabajan en el marco del Programa de Prevención de Infartos en Argentina –Propia- de esta ciudad difundieron el siguiente texto sobre el efecto del tabaquismo para todos los que deseen interiorizarse sobre el problema y salir adelante en la campaña por una vida más sana.
El tabaquismo es reconocido desde hace varios años como un problema de salud pública debido a que los daños de la salud asociados al consumo del tabaco causan más de un medio millón de muertes en el continente americano.
En Argentina existe una masa poblacional cada vez mayor en los grupos de edad media y avanzada, en los cuales las tasas de mortalidad relacionadas con el inicio del tabaquismo en edades tempranas son altas. Estos elementos introducen al tabaquismo en el escenario de las diez principales causas de mortalidad en Argentina y lo convierten en un problema prioritario de salud pública.
Estudios estadísticos basados en las pautas de consumo actuales señalan que para el año 2025 el tabaco será la causa de más de diez millones de muertes en el mundo. Vemos así como la lucha contra el tabaquismo se ha convertido en un proceso irreversible y radical en la toma de decisiones que llevarán a disminuir en forma importante este problema de salud pública.
Ningún otro producto de consumo o contaminante ambiental ha sido tan ampliamente estudiado para determinar sus efectos en la salud como el tabaco. Se ha señalado que entre un 20 y un 30 por ciento de los casos de cáncer pueden deberse al consumo del tabaco.
Se ha descubierto también en los fumadores de edad media que el cáncer de pulmón se presenta diez veces más. El hábito de fumar se ha asociado no sólo con el cáncer pulmonar sino con el de labios, lengua, boca, laringe, faringe, esófago y vejiga; más aún, con enfermedades del corazón. Asimismo causa padecimientos respiratorios como la bronquitis y enfisema.
Los riesgos de sufrir las enfermedades mencionadas varían de acuerdo con la forma en que se consume el tabaco. En estudios se han encontrado que la mortalidad por cáncer de pulmón es mayor en los que fuman pipa y puro, y aún mucho más elevada en los que consumen cigarros.
Hay más mortalidad entre quienes comenzaron a consumir cigarros alrededor de los 15 años de edad, que entre los que lo hicieron después de los 25. Los individuos que conviven con los fumadores e inhalan el humo tienen un riesgo elevado de contraer cáncer.
No es el cáncer el único peligro que acecha a los fumadores. Otra importante consecuencia patológica del tabaco es el aumento del riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Este riesgo se evalúa aproximadamente en el doble del que tiene una persona no fumadora.
El estómago es otro órgano que sufre las consecuencias del fumar. La molesta y peligrosa úlcera gastroduodenal es casi tres veces más frecuente en los fumadores que en los no fumadores.
El humo del cigarrillo contiene más de 3.000 sustancias químicas y varias de ellas están conectadas con el desarrollo de ciertas enfermedades. Las sustancias más dañinas son: el monóxido de carbono, la nicotina, los alquitranes (breas), y las partículas del humo.
En las mujeres embarazadas que fuman, el tabaco tiene un efecto en el feto, nonato. Existe evidencia abundante para comprobar que fumar retarda el desarrollo del feto y aumenta el riesgo de un aborto espontáneo; de la muerte del feto; o de la muerte del ser recién nacido.
Hay también evidencia de que los hijos de algunos fumadores tienden a padecer más de ciertas deficiencias mensurables en su crecimiento y desarrollo físico. Si la madre que está embarazada fuma, algunas de las sustancias dañinas del humo y el cigarrillo son trasmitidas al sistema circulatorio del feto a través de la placenta.
Una de estas sustancias es el monóxido de carbono, el cual elimina el oxígeno de los glóbulos rojos. Otra es la nicotina, la cual encoge los vasos sanguíneos, inclusive, los de la misma placenta; lo cual, disminuye la cantidad de oxígeno y alimento que fluye hacia la criatura no nacida aún.
No hay que ser fumador para verse afectado adversamente por el humo del tabaco. Cuando uno se sienta al lado de un fumador, absorbe altos niveles de monóxido de carbono. Cuando uno que no fuma sale de un ambiente donde se difunde el humo del tabaco, el monóxido de carbono tarda horas en salir de su organismo.
Dura horas en la sangre. Después de tres o cuatro horas, todavía permanece en el sistema circulatorio la mitad de la cantidad de monóxido de carbono que fue absorbida al principio. Hay otra cantidad de sustancias que el que no fuma absorbe del ambiente saturado de humo de tabaco: el formaldehído (ácido formícido), óxidos de nitrógeno, amoníaco, cadmio, cianuro de hidrógeno y centenares más.
30 razones para dejar de fumar
1. Ahorrará un dineral.
2. Sus hijos, sus amigos y compañeros de trabajo dejarán de toser por su culpa.
3. Su corazón se lo agradecerá eternamente.
4. Recuperará tiempo libre.
5. El cáncer de pulmón dejará de atormentarle.
6. Desterrará la bronquitis crónica.
7. Las cosas recuperarán su aroma y sabor.
8. El enfisema pulmonar pasará a la historia.
9. Reducirá las posibilidades de padecer cáncer de boca, laringe, vejiga, esófago y riñón.
10. Descenderán de forma considerable las cifras de tensión arterial y colesterol.
11. Reducirá el riesgo de accidentes caseros y de tráfico.
12. Le ayudará a curar su úlcera gástrica o duodenal.
13. Desaparecerá ese olor tan desagradable que se prende a la ropa.
14. Su dentadura volverá a brillar y las encías dejarán de inflamarse.
15. Podrá tomar la píldora anticonceptiva sin tener ningún problema.
16. Será más fácil tener un hijo.
17. Eliminará un aliado de las celulitis.
18. El feto agradecerá su sana decisión.
19. Retrasará la menopausia.
20. Su piel conservará la tersura por más tiempo.
21. El aspecto de su cabello mejorará.
22. El acné y la granitosa se dispararán … como el humo.
23. Desaparecerá esa incómoda tos matutina.
24. Se cansará mucho menos al hacer ejercicio.
25. Dejar de fumar no tiene por qué engordar.
26. Eliminará el mal aliento.
27. Los medicamentos serán más eficaces.
28. Crecerá su autoestima.
29. No sólo vivirá mejor: vivirás más.
30. No hace falta ser héroe para dejar de fumar, pero no viene mal una ayudita.
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