Indiferencia Incalificable Ante Reclamos Aborígenes
Diario Norte Edición Digital - Viernes 04 de agosto de 2006.
No sé si hay palabras que sean suficientes para calificar la actitud e indiferencia del gobierno provincial ante los reclamos indígenas.
Todas las excusas son insuficientes y estrechas, sólo ponen de manifiesto la decadencia, inhumanidad e incapacidad del cuerpo político para hacerse cargo de los derechos reclamados. ¿De qué intereses son serviles? ¿A qué sectores de poder defienden y qué intentan ocultar?
El negocio que se ha realizado con las tierras públicas, parte de ellas comprometidas como reserva para la población indígena, será sólo una de las anécdotas.
La promesa del intendente nazi de Bermejito, quien ostenta obscenamente en su despacho la simbología que responde a su ideología, de "cortar cabezas indígenas y arrojarlas al río" será una más.
El sacrificio de doce dirigentes para hacer valer sus derechos, será una vez más, la ofrenda invisibilizada que reedita la aniquilación física y cultural de la que fue objeto esta población.
La historia recordará este proceso como otro más de los más trágicos de la historia del Chaco, especialmente para la población indígena. Tendrán que hacerse cargo.
¿Por qué se siguen memorando los hechos de Napalpí. ¿Por qué sigue hoy levantada como bandera frente a la casa de gobierno? El lugar conocido hoy como Napalpí (cuyo significado es en idioma qom "lugar donde habitan las almas de los muertos") fue el lugar donde se conjugaron los intereses de las empresas en estrecha relación con el estado.
En esa "reducción" estaba disponible la mano de obra requerida para los tiempos de zafra en el Ingenio Las Palmas, o en la cosecha del algodón, incluida la prohibición impuesta, por tal motivo, a la población indígena por el entonces gobernador del territorio Centeno, durante el gobierno nacional radical de Alvear, de salir del territorio chaqueño.
En Napalpi se expresó el conflicto entre dos modelos sociales y culturales diferentes, sobredeterminados por relaciones de poder que culminaron en la imposición de un modelo sobre otro, aún a costa de la invisibilización o desaparición física y simbólica de tal población. Y posteriormente la negación de este hecho por parte de la historia oficial.
¿Qué otra cosa significa el aislamiento de los dirigentes indígenas que realizan la huelga de hambre? ¿Qué otra cosa significa la negación de sus reclamos? ¿Será que la historia vuelve a reeditarse pese al tiempo transcurrido, o quizás el tiempo no transcurrió y sigue siendo la misma?
Es sabido que en la historia del Chaco han sabido suicidios y sacrificios entre la población indígena, algunos familiares de los que hoy realizan la huelga de hambre. Se sabe que esta no es la primera vez.
El gobierno provincial será el único responsable de la tragedia que pueda acontecer, y deberán responder, tarde o temprano, en las instancias que correspondan, por la ilegalidad e ignominia de su actuación.
GRACIELA ELIZABETH BERGALLO
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