1 De Cada 4 Chicos Es Víctima De Burlas, En España

La NaciOnline - 24/09/2006.

Muchas escuelas niegan el problema.

MADRID.- Era un chico "normal", hasta que un día, al ir al colegio, no resistió más y, en vez de llegar a la escuela, dobló hacia un barranco del pueblo vasco en que vivía, se acercó al borde y se arrojó al vacío.

Sólo meses después -y porque sus padres persistieron, primero, contra su propia incredulidad y luego, contra viento y marea- se supo que Jokin, como se llamaba el chico, había vivido los últimos meses de su vida acosado en el colegio, una pesadilla que, a partir de entonces, España intenta comprender.

Ocurrió en septiembre de 2004, en un buen colegio y en una buena familia. Dos años después, y como consecuencia de esa experiencia, el estudio más importante jamás hecho en España en la materia arrojó esta semana un resultado pasmoso: uno de cada cuatro alumnos de entre 7 y 17 años sufre acoso, lo que en números redondos implica más de 1.500.000 escolares.

Fueron encuestados 25.000 alumnos, pertenecientes a 1150 aulas distribuidas por toda la Península, y sus respuestas rompieron todos los mitos: no siempre el acosado es -según advierte- "el gordo anteojudo, torpe, mal deportista y tímido", sino que la inquina pueda recaer sobre cualquiera.

"Incluso el alumno brillante, extravertido y simpático puede ser, en un determinado momento, objeto de la inquina", previene el documento, elaborado por el Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo Directivo y del que, en estos días, habla toda España. Hasta las autoridades educativas se vieron sorprendidas.

El estudio reveló también una pasmosa incapacidad de reacción en los centros educativos, y citó, por ejemplo, el caso de una familia granadina que terminó enfrentada con todo el pueblo, luego de que las autoridades de la escuela dijeran a los padres de todos los alumnos que habían sido denunciados por otros ante la Guardia Civil.

Identifica luego varios pasos en el proceso de generación del hostigamiento que, de cumplirse, acorralan sin salida al niño que es víctima, y cita, entre otros mecanismos, el de aislamiento del resto del grupo, manipulación o coacción. "Muchos de los casos se zanjan con la salida del niño del colegio. Una especie de «muerto el perro, se acabó la rabia» " , señala.

"Pero hay que prevenir contra la sistemática negación en las instituciones escolares de este tipo de violencias. Se la quieren sacar de encima como a una papa caliente y, así, el tema termina por taparse", advirtió Iñaki Piñuel, uno de los responsables del trabajo. "Es la salida más cómoda, pero también la más lesiva e injusta para el niño", añadió.

El equipo investigador se mostró también bastante escéptico respecto de mecanismos que se ensayan en varios colegios para enfrentarse a eventuales casos de acoso, tales como comisiones de negociación, mediadores o expertos en conflictos.

"Se ha retirado a los profesores la autoridad para corregir y reprochar conductas y se derivaron en comisiones que tardan días o semanas en decidir. El agresor no puede entender cómo, si su conducta es reprobable, se lo digan 25 días después", se señaló en el trabajo.

Por Silvia Pisani

Corresponsal en España

Nota del blog: Algo parecido ocurre en algunas de nuestras escuelas, donde en ocasiones pasa más tiempo del deseado para proceder a una sanción, si es que se la impone, o si la misma es casi inexistente, por su liviandad. El alumno, cuya conducta ha sido reprobable, ve que su "castigo" no es tal, a la hora de los hechos.