El Sol, Bajo La Mirada De Estudiantes Argentinos
Con la misma curiosidad que hace unos cuatrocientos años impulsó a Galileo Galilei a preguntarse por qué las manchas oscuras que observaba en el Sol a través de su telescopio aparecían y desaparecían cada tanto, alumnos primarios y secundarios de todo el país tendrán un mes y medio para tratar de responder nuevos interrogantes sobre nuestra estrella.
Sin las limitaciones tecnológicas con las que el científico renacentista explicó el fenómeno detrás de esas manchas -la rotación del Sol-, los estudiantes podrán realizar sus observaciones con los datos que envía a la Tierra el Observatorio Solar y Heliosférico (la sonda SOHO) de la agencia espacial de los Estados Unidos (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA), con la asistencia de expertos que trabajan en la NASA.
Así lo establece la convocatoria al primer proyecto de investigación para estudiantes argentinos que impulsa la Alianza por la Educación, una iniciativa de la empresa Microsoft en la que participarán seis reconocidos científicos argentinos en el exterior Microsoft Argentina - Alianza por la educacion.
En el proyecto "El Sol, en foco", las escuelas podrán inscribir a sus equipos para que durante un mes y medio trabajen con la asistencia del físico Guillermo Stenborg, responsable de tres instrumentos de la sonda SOHO que registran la actividad solar durante las 24 horas.
Los equipos deberán plantear una pregunta de investigación y responderla a partir del análisis de los datos disponibles en tiempo real en sohowww.nascom.nasa.gov .
"Esto, en los Estados Unidos, permite que en muchas escuelas primarias y secundarias, donde a la ciencia se le da mucha importancia, los chicos y los docentes accedan a los datos en Internet y tomen aquellos que necesitan para analizar en clase.
Muchos trabajos escolares consisten en medir, por ejemplo, la velocidad de rotación del Sol y explicar qué significa", dijo ayer, en una conferencia de prensa, el doctor Stenborg, licenciado en ciencias físicas de la Universidad de Buenos Aires y doctor de la Universidad de Goettingen, en Alemania.
"En la ciencia, lo más difícil no es responder una pregunta, sino hacérsela", señaló el físico, que trabaja en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA. Para ello, sugirió estudiar las imágenes en el sitio de la misión e identificar qué resta conocer.
"Sabemos que el Sol rota y que hay ciertas manchas sobre el disco solar -puso como ejemplo-. Algunas preguntas serían ¿qué son esas manchas?, ¿están siempre ahí?, ¿reaparecen?, y si lo hacen, ¿cada cuánto?"
Ubicada a un millón y medio de kilómetros del Sol, entre éste y la Tierra, la sonda no descansa. Sus 12 instrumentos estudian el astro los 365 días del año. Los datos en Internet permitieron que astrónomos aficionados descubrieran el 90% de los casi 1200 nuevos cometas.
También advierten la necesidad de dar avisos de alerta para prevenir los efectos de las tormentas solares sobre los vuelos comerciales y las telecomunicaciones.
"Es una muy buena idea fomentar el uso de la información científica en el país, donde no es tan común que se ponga acento en ella", finalizó Stenborg, horas antes de una conferencia en el Teatro San Martín.
Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION
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