Matrimonio Que Ofreció Vientre En Alquiler Defiende Su Decisión
Diario Norte Edición Digital - 05/09/2006.
Los chaqueños que acostumbran a recorrer los avisos clasificados de NORTE se detuvieron en ese anuncio del rubro "Varios", en el que se leía: "Matrimonio joven ofrece vientre para embarazo de terceros".
Debajo, un número de celular para entablar contacto. La oferta es real, y tiene detrás a una pareja desesperada por su situación económica.
"La idea surgió cuando supimos de ese argentino que vive en España y que sacó un aviso pidiendo un vientre para tener un hijo", cuenta Omar, el joven de 26 años que ahora espera que alguna persona interesada haga sonar su teléfono.
La referencia es al caso del cordobés residente en Barcelona que, a mediados de agosto, también públicamente, encaró la búsqueda de un vientre en alquiler para tener su hijo, y recibió en pocos días centenares de respuestas.
Omar y su esposa, de 29 años, no intentaron ser parte de esa lista, pero la historia les quedó dando vueltas en la cabeza.
"Lo hablamos mucho, y los dos entendimos que ésta podía ser una manera de tener lo que hoy no tenemos, y darles a nuestros hijos otras condiciones de vida", le dijo a este diario.
La pareja vive en una humilde barriada de Castelli. La casa es del padre de Omar. "Estamos todos hacinados en una pieza de tres metros por tres, y nos falta hasta lo más elemental", cuenta. El matrimonio tiene tres hijos, de 2, 5 y 7 años.
Las carencias de la familia se acentuaron cuando Omar se quedó sin un trabajo que había conseguido en una empresa constructora. Desde entonces sólo consigue changas ocasionales como electricista, su oficio, o cargando leña.
El único ingreso estable es el de su mujer, que cobra los 150 pesos del Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados. La suma, obviamente, no resuelve demasiado.
"Decidir esto no fue fácil -cuenta él-, pero pensamos sobre todo en los chicos. Queremos que el futuro de ellos sea distinto a lo que tenemos que vivir nosotros.
En mi familia nadie sabe de esto, porque no sé si lo entenderían. Les voy a decir solamente si las cosas salen bien y llega el momento de aclarar que ese embarazo no va a ser para un hijo nuestro".
La pareja nació nueve años atrás, y bastaron doce meses de noviazgo para que se convirtiera en matrimonio. Los sueños eran otros, y los proyectos tenían alas grandes.
"Las cosas no nos salieron como pensábamos, y cada vez que parecía que íbamos a levantar cabeza algo nos tiraba para abajo de nuevo", dice Omar, hablando bajo mientras sus nenes juegan alrededor en la pequeña habitación.
Luego agrega: "Sufrimos mucho, pero seguimos juntos, peleándola. Ojalá tengamos suerte".
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