Entre La Irresponsabilidad Y La Imposibilidad

Primera Línea Online - 25/02/2007.

Señor Director:
En la mañana de ayer me tocó vivir una situación preocupante y divertida, aunque más preocupante que divertida, a decir verdad. Dos sujetos, al parecer adolescentes, sobre una motocicleta de esas que hacen mucho ruido fueron detenidos por una de estas personas que no tengo bien definido aún su rol.

La persona esta, que trabaja para la Municipalidad, supuestamente ordenando el tránsito aunque no sea inspector, hizo sonar el silbato ordenando a los jóvenes descamisados que se detengan y cuando éstos se detuvieron, la motocicleta comenzó a tambalear y a perder equilibrio.

Hasta aquí todo relativamente normal: dos jóvenes en estado de ebriedad a las 8 de la mañana en una motocicleta, en calle Julio A Roca, una de las más transitadas de la ciudad. El hecho ocurrió cuando esta persona quiere acercarse a los jóvenes.

Inmediatamente, quien conducía aceleró el motociclo y salió de la calle Julio A Roca dirigiéndose hacia la calle Sáenz Peña y levantando el brazo izquierdo, cerrando el puño y dejando sólo el dedo más largo de la mano extendido.

Por su parte, su compañero de locuras, giró el tronco y rió y saludó a este buen hombre que seguramente pretendía extender alguna sugerencia a los indómitos adolescentes.

Mientras huían, el señor de la Municipalidad de Resistencia sacó un teléfono del bolsillo llamando a quién sabe quien; aunque sin suerte porque mientras marcaba el número, los chicos ya estaban a más de 100 metros de distancia.

El preocupante estado de ebriedad que llevaban estos jóvenes es una responsabilidad de sus padres o tutores. El hecho de que anden en moto en ese estado en una de las calles más recorridas de la ciudad sería responsabilidad del municipio, que no cuenta con la suficiente cantidad de personal para obligar a estos muchachos a que desciendan de la moto o, al menos, si no se logra esto, tener también una motocicleta para perseguir a los jóvenes evasores.

En el momento en que escribo esta carta no sé realmente si estos dos chicos están bien, en sus casas o si, por el contrario, están en el Hospital siendo atendidos. Espero que la primera opción sea la válida. Que lo único que sufran es el dolor de cabeza producido por la resaca.

Mientras, seguimos viviendo en un medio irresponsable, con la peor resaca mental de la historia y un montón de jóvenes viviendo en el otro barrio.

Nereo Méndez