La Siembra De Odio Y Resentimiento

Editorial - La NaciOnline, Domingo 15 de junio de 2008.

Hoy, la Argentina está nuevamente crispada, con la posibilidad cierta de que ocurran peligrosos enfrentamientos. Y no por obra de la casualidad, lamentablemente.

Los hechos ocurridos ayer en Gualeguaychú, cuando una multitud de argentinos se volcaba a las calles de las principales ciudades y hasta de pequeñas localidades del país, para protestar por la detención del dirigente de la Federación Agraria de Entre Ríos Alfredo de Angeli y unos veinte ruralistas más, prueban que la Argentina está otra vez muy cerca de vivir momentos que no deberían repetirse nunca más.

En primer lugar, estamos crispados por un estilo de gobierno suficiente y a la vez empecinado, que exige respeto, pero que es incapaz de respetar. Que no se empeña sinceramente en tratar de afianzar la paz interior, sino que apunta a dividirnos y separarnos.

Que no concibe que exista espacio alguno para el diálogo: todo es imposición, como si gobernar no implicara la sabiduría de rectificar rumbos frente a los errores que todos cometemos. Estamos ante un estilo de gestión incapaz de entender que gobernar es también saber escuchar. Que, arrogante, cree ser dueño de la verdad y tener todas las respuestas.

Que no advierte que la ignorancia es hija dilecta de la soberbia. Que simplemente no tolera el disenso. Que demoniza y humilla a sus adversarios y ataca, cada vez más, a los medios periodísticos independientes.

Que no vacila un instante en denostar, insultar y lastimar, pero que se ofende ante los meros desacuerdos. Que cada vez está más sospechado de falsear abiertamente la realidad. Que se rodea de sumisos, y de sospechas de abusos y de corrupción. Que intenta controlar todo y a todos.

Que, para someternos a todos, pretende que comamos siempre de su mano, lo que es una afrenta a la dignidad. Y que, además, amenaza e intimida de mil maneras.

También nos crispa una enorme concentración de poder político en pocas manos, con fórmulas inéditas entre nosotros, que nos empuja vertiginosamente hacia el autoritarismo. Aquella que alguna vez mereciera que el visionario Alexis de Tocqueville señalara, en su clásico La democracia en América : "Creo que la centralización extrema del poder político termina por enervar a la sociedad y por debilitar, a la larga, al mismo gobierno".

En el camino, hemos sido mudos testigos de una profunda y caprichosa deformación de principios esenciales de la Constitución, a la que demasiados, angustiados por la crisis de 2001, consintieron en silencio, por largo rato. Existe, asimismo, un vergonzoso sometimiento de alguna parte de la Justicia al poder político. Se ha destruido, en los hechos, el federalismo financiero.

Vivimos acostumbrados a los silencios cómplices de muchos de nuestros legisladores, gobernadores e intendentes, como si fueran normales; algo que, por imperio de la seducción que ejercen los negocios con el Estado, se extiende a parte de nuestra dirigencia privada.

En ese ambiente, se advierte fácilmente la falta de coraje en muchos de nuestros políticos y dirigentes empresariales. Y, además, una falta de solidaridad real con quienes viven efectivamente postergados.

En este escenario, en el que una estructura de poder parece estar devorando todo para sostenerse a sí misma, no resulta extraño que la siembra permanente de odio, rencor y resentimiento nos crispe y nos divida.

Sin embargo, como lo hemos hecho numerosas veces desde estas columnas en los últimos tres meses, reiteramos que, hoy más que nunca, vale serenar los ánimos y buscar, y encontrar, nuevos caminos para retomar las negociaciones -una tarea ineludible para el Gobierno, porque tiene en sus manos las herramientas para hallar la solución-, pero esta vez sin desplantes y sin engaños.

Está en juego la preciada paz de la Nación argentina, y nuestra sociedad espera que se haga realidad, y el diálogo y el reencuentro fructifiquen por fin.

Algunos comentarios de lectores:

belu10
15.06.08 13:46
me parece una VERGUENZA que lo UNICO que hace este gobierno es sembrar odio. esconden la pobreza, tapan los problemas y agravan otros. es una lastima que el gobierno elegido democraticamente no sepa, no quiera o no pueda, quien sabe porque motivos, SOLUCIONAR las cosas, no politizarlas, no pacificarlas, no esconderlas, no negandolas, solamente SOLUCIONANDOLAS. porque no solucionan, porque no son capaces o porque no quieren. en cualquiera de las dos razones, es una verguenza.x1

wandeljo
15.06.08 13:40
Es demasiado lamentable el espectáculo al que estamos asistiendo. El Poder Ejecutivo continúa con su autismo prepotente, autoritario, desmesurado. Rodeado por serviles que sólo empeoran la situación al no señalar los necesarios cambios de rumbo que exige este grave y peligroso momento institucional. Frente a ese autismo es hora que el poder Legislativo asuma con responsabilidad el pleno ejercicio de sus atribuciones, que desista de esa nefasta sumisión que lo coloca como un simple apéndice del Ejecutivo. Ya son resposables de haber delegado funciones indelegables cuyo costo se está sintiendo de manera especial en este momento. ¡No sean responsables de dejar a la República sin alternativas institucionales!!Ojala el Ejecutivo milagrosamente reaccionara y reconstruya la paz social y política. Si no lo hiciera, ya sea porque no puede o porque no quiere, es obligación de los legisladores, como representantes del pueblo y de los estados provinciales, prestigiar y fortalecer al Parlamento como garantía creíble y republicana de la Nación. Cada ciudadano cumpliendo con su rol, cada poder cumpliendo con el suyo serán las claves para salir del atolladero en que nos encontramos.

visitante
15.06.08 10:43
Tiene hoy sentido de hablar de "volver a la mesa de negociación", cuando el dueño de la pelota ha desplantado una y otra vez al sector (que "no es su contraparte") (..!!) ?. Tiene ya sentido pensar en que la Presidente "recupere la iniciativa", toda vez que nunca la ha tenido fehacientemente ?. Se puede pensar -sin caer en el voluntarismo- que el animal político de Kirchner, que no tiene la autoridad pero que muetra en cada acto su poder, vá a cambiar de extorsionador a negociador, si ha negado la realidad sistemáticamente ? Podemos creer en la caterva de pocos funcionarios que les responden en su coordinado relato de querer defender la constitución, si al mismo tiempo la violan sistemáticamente ? Vieron anoche la horda que desalojó a los manifestantes en Olivos ?: pues bien, son las que están preparadas -como una suerte de fuerza cívica contrarevolucionaria- para aplicar el rigor del odio y resentimiento presidencial cada vez que estos vean amenazado su "statu quo" de poder. Debe haber varios micros llenos de estos eunucos con palos preparados para hacer "tronar el escarmiento" de la "oligarquía" (...!!). Podrán corntra millones de argentinos que hoy, a decir verdad, ya no los quieren tener en el poder porque les han perdido la confianza ? La confianza no se decreta ni se impone: se construye lentamente, y cada paso atrás en esa construcción requiere ocho pasos adelante para recuperarla... Con la cantidad de pasos atrás y en falso que han dado en estos últimos cien días, no vale la pena sincerarse y -dejando el justo reclamo de las retenciones de lado- reclamar ya el alejamiento de quienes realmente no representan los intereses legítimos de la mayoría de los argentinos ? Vamos a esperar que las hordas -como anoche hicieron su "prueba de fuego"- sigan saliendo a reprimir (..!!) a la gente que ya dijo BASTA ! ? No seamos ingenuos en pensar que los mecanismos constitucionales que el poder maneja van a enderezar las cosas. Pongámonos al frente de la situación, si realmente queremos que todo se sincere y retomemos el camino correcto. Podremos hacer "nuestra" "demostración de fuerza" (que será también de verdad) manifestándonos en forma masiva y pacífica el próximo miércoles. Y el que quiera oir que oiga...