¿Por qué gripe porcina sí, y dengue no?

Diario Chaco.com - Lunes 27 de abril de 2009.

Por María Teresa Carey*

Desde por lo menos este sábado pasado se comenzó a hablar de la gripe porcina. El Ministerio de Salud de la Nación, ya declaró el alerta epidemiológico por dicha enfermedad, y está el alerta emitido desde la Organización Mundial de la Salud.

México, con mayor concentración de casos, ya tiene el alerta declarada hace casi una semana y hasta identificada la persona en la que se habría generado el virus. Aquí en Argentina, teniendo ya que contar víctimas fatales por dengue, seguimos presenciando la negativa a la declaración de emergencia sanitaria.

Podría haber un costo político atrás de alertar al mundo sobre una epidemia que se generó fuera de nuestra República, a que asumir las falencias que provocaron una propagación de otra epidemia dentro de la República.

Hay costo político que tendrá para los Gobiernos reconocer, al país y al mundo, que hubo factores internos que habilitaron la propagación del dengue en la Argentina. Y ello es el de los lugares que no tienen agua potable y se valen de cacharros para acumular agua de lluvia.

De los que viven en lugares no urbanos, rodeados de animales. De los que trabajan de recoger elementos viejos y llevarlos a una chacarita. De los que no tienen repelente, ni para comprar ni saben lo que es.

Tiene connotaciones de pobreza, indigencia y abandono tan grandes que, al punto, reconocer emergencia por una enfermedad, sería reconocer que las cosas no se hicieron bien.

Charlando con uno de mis hermanos mayores que vive en México DF, fue imposible no tocar el tema de la gripe porcina. Al margen de los clásicos pedidos de que se cuide, que esté atento y demás, comenzamos a pasarnos información sobre el tema.

En la charla me descartó un ambiente de psicosis, miedo por parte de la gente, también que por precaución hasta las iglesias habían suspendido sus actividades diarias, también escuelas sus clases, museos sus visitas guiadas.

Me comentó también que ni bien hubo un más que mínimo porcentaje de casos probables (no confirmados) ya había una emergencia sanitaria declarada, y un Gobierno que redobló guardias en hospitales, clínicas, sanatorios, centros asistenciales.

Se cancelaron conciertos, y partidos de fútbol. Y para los que crean que esto es paranoia, o una verdadera psicosis, cabe mencionar que una de las diferencias entre la gripe porcina y el dengue, es que la primera sí se contagia de persona a persona, lo que debe hacer extremar las medidas. Pero entre ambos, seguíamos preguntándonos: ¿por qué Argentina ya declaró el alerta epidemiológico por la gripe porcina, y no la emergencia por el dengue?

Este lunes 27 de abril el periódico digital de México eluniversal.com anuncia ya 22 víctimas fatales (http://www.eluniversal.com.mx/notas/593922.html), y se implementó la alerta máxima con el reparto de barbijos entre usuarios de transporte. Sin contar que todos los organismos públicos continúan sus actividades con las máximas prevenciones.

Intercambiábamos datos, pero no conseguíamos respuestas: ¿por qué la gripe porcina provocó el alerta por epidemia, y no el dengue?

El dengue que está instalado desde el mes de enero, que se extendió a gran parte del país, habiendo demostrado ciertas falencias en los sistemas de salud, que se cobró víctimas fatales (a número incierto).

Hasta el viernes una persona con fiebre podía ser dengue, si se moría no era por dengue, y luego corroboraban que probablemente haya sido hantavirus (lo que tampoco tranquiliza). Y hoy lunes, ya se habla de la gripe porcina.

Lejos de recordar la letra de la zamba que interpretaron Les Luthiers con Los Chalchaleros en su despedida, “Añoralgias” de nombre, no encontrábamos respuestas. Mencionamos los costos financieros de la declaración de la emergencia, que comprende una modificación presupuestaria, pero pensamos que si por plata el Gobierno Nacional no quiso declarar la emergencia por dengue, tampoco habría de haberlo hecho por la gripe.

Quizá para evitar precisamente, un ataque sorpresa de otro virus: tampoco lo creo, de ser así habría prestado atención a los inmigrantes de Bolivia, desde donde dicen que vino el dengue.

Algunos dirán que hubo acciones preventivas y si, es cierto. Pero las hubo pos mortem (en el sentido literal del término) por lo que ya no previno mucho, que digamos.

Esa terrible campaña nacional y provincial que se lanzó para “prevenir” el dengue, y que seguirá en los próximos días, no demostró más que una tomada por sorpresa a un sistema sanitario con deficiencias, que de no haber existido, no habría ocurrido.

Todos escucharon y hablaron y vieron hospitales, clínicas, sanatorios, centros de salud y a profesionales abarrotados de casos. Presuntos y confirmados. Además hay que sumar la psicosis que se generó en la gente, por lo que un estornudo provocaba una consulta.

México supo del influenza desde el 2 de abril, según reporta este lunes 27 de abril el diario lareforma.com, también de México (http://www.reforma.com/influenza/articulo/496/990332/), y avisó a la OMS.

Argentina sigue sin declarar por lo menos el alerta. Ni hablar ya de una emergencia. La charla con mi hermano y un colega de trabajo redundó en muchos motivos, pero decididamente uno fue común: el telón político.

Un país sorprendido por un virus que se previene de manera tan sencilla como evitar la acumulación de agua y deshacerse de lo que no sirve, no habla bien de sus acciones. Ni del estado de su sistema sanitario, ni preventivo. Ni del estado en el que viven y conviven sus habitantes.

Ni de las acciones que se toman para ver en qué estado está la gente que vive y sobrevive. Y peor aún: tampoco habla bien de un país que esconde las verdades cuando se tratan de sí mismo, pero se ataja ante el primer y menor amague de los que vienen de afuera. ¿Querrán demostrar que estamos prevenidos? Si.

De la gripe porcina si, pero del dengue no.

*Periodista de DiarioChaco.com