Hay Que Evitar La Tormenta

Diario Norte Edición Digital - Domingo 05 de febrero de 2006.

Por Carlos Silva

Hace casi tres años, el director del Instituto Internacional de Planeamiento Educativo (IIPE) de Buenos Aires, Juan Carlos Tedesco, hablaba de "Educar en medio de la tormenta" señalando que "El comienzo de las clases es uno de los pocos momentos en los que la educación ocupa un espacio significativo en las discusiones de políticas públicas".

Y es evidente que hoy tenemos que aceptar que no sólo la educación ha dejado de ocupar los primeros puestos de la agenda sino que se ha instalado como tema prioritario y condicionante la discusión por los salarios docentes, quedando postergada la conversación y eventualmente los acuerdos sobre qué métodos son los más eficaces para brindar una formación de buena calidad en las nuevas competencias que exigen el desempeño productivo y el desempeño ciudadano, cuáles son las mejores estrategias para la introducción de las nuevas tecnologías en las escuelas y cómo diseñar ofertas de reconversión profesional permanente.

Pero tenemos que ser conscientes de que no solamente habrá que garantizar que haya clases, sino que se den las condiciones de educabilidad referidas a todos los aspectos que rodean la vida de los alumnos y que tienen un significativo impacto en el éxito o el fracaso escolar (alimentación, vivienda, salud, ingresos económicos del hogar, composición familiar, etcétera).

Es decir condiciones fundamentales para garantizar que los alumnos lleguen a la escuela en condiciones de aprender.

En este contexto adquiere legitimidad el reclamo de los educadores, que se sienten impotentes frente a la enorme cantidad de demandas que deben satisfacer, tanto como el de las familias, que no disponen de las condiciones mínimas para garantizar las necesidades básicas de sus hijos.

Las estrategias para mejorar las condiciones de educabilidad constituyen, en consecuencia, un aspecto clave de las políticas educativas. Pero estas estrategias no pueden ser sectoriales.

Desde este punto de vista, la mejor estrategia educativa es una política social que mejore las condiciones de vida de la población, que garantice las posibilidades de las familias para alimentar, vestir, curar y transmitir los elementos básicos de la formación psicológica de sus hijos.

Pero es evidente que también debemos tener presente, que "apostar sólo a mejorar las condiciones de educabilidad implicaría aceptar que todo el problema está fuera de la escuela. Esto no es válido ni desde el punto de vista político ni desde el punto de vista técnico".

Si aceptamos que es necesario mejorar las condiciones de educabilidad para forjar jóvenes que sean capaces de hacer un proyecto de vida, es absolutamente necesario desterrar de una vez por todas esta inseguridad que nos sigue golpeando año a año y que en este momento determina que haya densos nubarrones que presagian una tormenta que pone en duda el inicio de las clases al menos en once provincias del país por un reclamo unificado en la recomposición salarial.

El panorama que se plantea es el siguiente: seis de las 24 regiones educativas del país, Salta, Tucumán, Río Negro, Chubut, Mendoza y Formosa tienen previsto arrancar las clases el 27 de este mes, buscando garantizar los 180 días de clase, aunque en Río Negro la decisión del gobierno de convertir parte del sueldo en presentismo, provocó la advertencia de la Unión de Trabajadores de la Educación Rionegrinos (UNTER) de que no iniciarán las clases si ello se concreta.

El 1 de marzo se iniciarán las clases en la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Catamarca, Chaco, Santa Fe, San Juan, Jujuy, Misiones, La Pampa y Santa Cruz, en tanto que el 6 de marzo está previsto que comiencen las clases en provincia de Buenos Aires, La Rioja y Neuquén, y el 13 de marzo lo harían los de las provincias de San Luis y Santiago del Estero.