La Educación Donde Debe Estar - Parte I

Por Miguel A. Fernández,

director de NORTE

Indignado porque grandes distritos como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza no resolvían los reclamos docentes, Hugo Yasky, máximo dirigente de Ctera, recurrió al ejemplo de "provincias mucho más pobres, como el Chaco, que utilizaron el aporte que está haciendo la Nación para concentrarse en la mejora de salarios".

Casi a la misma hora, en Resistencia, Sergio Soto -de Utre- valoraba que "existe un nuevo panorama para trabajar en la provincia" y se diferenciaba de la intransigencia confrontadora de Rosa Petrovich, recordando simplemente que "Atech no creyó en la ley de Financiamiento Educativo". (... io tampoco estoy muy seguro de qué va a pasar con eso ...)

El gobernador Roy Nikisch terminó de madurar la decisión de jugar fuerte para asegurar el arranque y el desarrollo normal del ciclo lectivo, en medio del suspenso que él mismo creara al trasladar su cita con los sindicatos docentes para el martes.

Mientras el ministro Dell’Orto tiraba números sobre la cornisa de la ley de Responsabilidad Fiscal, su colega Landriel estimaba que con 40 o 50 pesos más al básico el gobernador pondría la primera ficha negociadora.

Sin embargo, los 100 pesos de aumento implicaban una erogación anual de 130 millones de pesos y traspasaban el límite de gastos corrientes.

Pero Nikisch adoptó esa decisión y se basó en una circunstancia política que significará una vuelta de campana: siendo un gobernador que proclamó la transversalidad de la educación como brújula de su mandato, no pudo evitar la dolorosa paradoja de que en 2004 y 2005 esta provincia encabezara el ranking nacional de paros docentes.

En el quebranto, el endurecimiento sindical se cargó a los ministros Coria y Grabow.

En este nuevo desafío, con su tercer ministro y en una área en la que su esposa subsecretaria ejerce fuerte gravitación, especialmente con el diseño e impulso del programa de capacitación Chaco Aprende, el gobernador (que ya había mejorado más de un 100% esos salarios que su antecesor radical mantuvo inamovibles en ocho años) puso al básico de maestro de grado en 460 pesos.

Enredado como estaba el Consejo Federal de Educación en sacar a flote la reglamentación de la ley de financiamiento porque las provincias seguían acosadas, sobre todo por la sombra de la ley de Responsabilidad Fiscal, no parecía probable la definición que el jueves produjo el gobierno nacional y que vino a reforzar saludablemente el primer paso chaqueño.

Nikisch ya había jugado otra carta ante los sindicatos duros y blandos de maestros y profesores: les comunicó que había solicitado que los recursos de la Ley de Financiamiento Educativo se consagren en su totalidad a seguir recomponiendo el ingreso docente, aun cuando sabe que ese nuevo instrumento (40% de aporte de la Nación y 60% de las provincias) también persigue otros objetivos.