Natalicio del Libertador San Martín

El sol dora el cielo entre las frondas, yerbales, huertos y jardines, cuadras de naranjos, limones, duraznos, manzanas y peras; el clima subtropical favorece la vegetación espontánea, prosperan rosas y jazmines, espinillos, talas y algarrobos alternan con palmeras; junto a la calurosa humedad medran lianas y helechos marcando la lujuriante selva.

Tal era el ambiente donde vino a la vida José de San Martín, el 25 de febrero de 1778, en el pueblo de Yapeyú, reducción de indios fundada en 1626, por la compañía de Jesús perteneciente al vasto sistema de las misiones guaraníticas, ubicado sobre la ribera derecha del río Uruguay, hoy provincia de Corrientes.

Allí don Juan de San Martín - su padre- gobernador de Yapeyú, junto a doña Gregoria Matorras y sus hijos vivían en medio de tanta abundancia natural para el sustento de la familia.

Más de una vez doña Gregoria debió llevar al pequeño José por aquellas huertas de frutos sabrosos y por esas barrancas que la brisa litoral refresca en las tardes estivales.

Nada hacía pensar que aquel niño nacido en un hogar modesto y en un oscuro rincón de América, debía asombrar después con sus virtudes, como paladín de la emancipación americana.

Uno de los primerosy más honesto biógrafo de San Martín, don Juan María Gutiérrez, oyó decir a un anciano que había sido condiscípulo de aquel en su escuela de Buenos Aires.

“San Martín estaba destinado a ser un gran hombre, en la escuela era un niño muy notable, si hubiera muerto sin ilustrar su nombre, yo me hubiera acordado de él siempre”. Otro testimonio lo define a San Martín como a un niño precoz, cuya personalidad histórica no defraudó los presagios escolares.

En Buenos Aires, durante su niñez adquirió la conciencia de que todo esto era su patria, ligando para siempre su vida a la suerte de estas regiones y de toda América, pues aquel niño de Yapeyú, muchacho de tez bronceada y ojos negros, era un varón nacido para empresas continentales.

Párrafos extraídos del Santo de la Espada de Ricardo Rojas.