El Sillón De Molina

Domingo 18 de junio de 2006.

Por Miguel Fernández, director de NORTE

Si es verdad que existió una negociación secreta para facilitar la salida del ministro Eduardo Molina del Superior Tribunal de Justicia evitando nuevas instancias traumáticas (no podía seguir conviviendo con sus pares a la espera del desenlace del juicio político que podía dilatarse seis meses), el oficialismo que puede controlar al Consejo de la Magistratura promoverá la selección entre abogados cuya propuesta tenga apoyo de la oposición justicialista, como ocurriera con el ex ministro de Baroni 14 años atrás.

Nadie ignora que María L. Lucas surgió del acuerdo entre León y Bittel de 1983 (siendo la más antigua y usando la cláusula de excepción al límite de 70 años de edad establecido en la reforma constitucional de 1994).

Del mismo modo, Alberto M. Modi fue apoyado por el gobernador Tauguinas y a su turno, el gobernador Rozas patrocinó las designaciones de Ramón Avalos (ex secretario general de la Gobernación) y de Ricardo Franco, aquel investigador de los durmientes que jaqueara al gobernador Tenev.

La ley 5.399 no impone el concurso para cubrir el más alto cuerpo judicial del Chaco -lo que sería saludable, como ocurre con el resto de los magistrados, pero difícilmente quiera concederlo el gobierno de turno- pero sí contiene exigencias para que el Consejo de la Magistratura publique la nómina de postulantes con datos de sus antecedentes personales, profesionales, patrimoniales y fiscales que los expongan a la consideración pública y las observaciones e impugnaciones consiguientes.

Si la selección tendrá su génesis en el ideario justicialista, el clima de fragmentación interna y la baja calidad de su representación puede teñir de especulaciones y agachadas al mejor procedimiento posible de una candidatura de prestigio.

Mientras tanto, el ex ministro Coordinador de Rozas, el abogado Rolando Toledo, tiene tomada la decisión de aspirar a ese cargo, salvo que el líder de Convergencia Social intervenga y pida expresamente que ningún radical se anote en esta carrera.

El tiempo corre y las papas quemarán no en ésta, sino en la última semana de junio, cuando todos los viajeros estén de regreso.