En Manos De Eduardo Moro

Domingo 18 de junio de 2006.

Por Miguel Fernández, director de NORTE

Como una paradoja de indefinición política o acaso de jugar implacablemente al desgaste del adversario, la cuestión aborigen volverá a estar en manos del vicegobernador Eduardo Moro, a cargo del Poder Ejecutivo como ya ocurriera hace 50 días, con el gobernador en una feria alimentaria de Madrid junto a una delegación de ganaderos y estallara la protesta de Villa RÍo Bermejito -que no ha cesado- exigiendo la remoción del intendente radical Lorenzo Hefner.

Están lanzados los aprestos para que el miércoles 21, Orlando Charole pueda ingresar de nuevo a la Casa de Gobierno con los demás directores del Idach y, esta vez sí, con esos delegados que quisieron hacerlo en la primera oportunidad y encendieron la mecha al elegir al subsecretario nacional Luis D’Elía como garante y compañero de gestión.

En siete semanas, este conflicto tensó la cuerda entre Resistencia y Buenos Aires al encender brasas con el ala kirchnerista más dura que por algo trajo al ex dirigente piquetero por segunda vez para subir al escenario con Antonio Tarragó Ros y no bajarse de la capitalización de este frente político que inunda la plaza central de la provincia.

En la medida que los aborígenes aguantan más pasivos, sin volver a cortar rutas, el gobierno ha tenido tiempo más que suficiente para reconocer que el problema es suyo y lo debe resolver con más cintura política que el intendente defendido, acaso porque las denuncias judiciales concretas en su contra por discriminación nunca se confirmaron.

Al decidir su tercer viaje al exterior, en lo que va de 2006, el gobernador dio instrucciones; y se supone que no se expondrá al vicegobernador Moro a negociar con las manos vacías y menos con la excusa de no ejercer el Ejecutivo unipersonal.

En otras palabras, la situación es insostenible para unos y otros.

El telón de fondo social, cargado de angustias para las comunidades aborígenes, es tan contundente que obliga a un diálogo de compromiso cabal y no para seguir disputando espacios mediáticos locales y nacionales.