Preocupan Las Muertes De Adolescentes
La NaciOnline - 20/09/2006.
En la provincia de Buenos Aires. En 2005 hubo 1000 casos, el doble que en 1995; la intoxicación con alcohol, la primera causa de accidentes.
LA PLATA.- La cantidad de adolescentes muertos cada año en la provincia de Buenos Aires tuvo un aumento preocupante en la última década: llegó a triplicarse en un período de sólo siete años y hoy se mantiene en más del doble del nivel de 1995, dijo el ministro de Salud bonaerense, Claudio Mate, quien relacionó el fenómeno con la violencia y con el consumo de drogas.
En 1995 la mortalidad adolescente fue de unos 400 casos, diez años después rondaba el millar. La tasa llegó a ser del orden de los 1200 adolescentes muertos en 2002, es decir, el triple que en el primer año considerado. Desde entonces comenzó a bajar, pero aún supera con creces la cifra de hace una década, según el ministro.
"El tema sigue siendo preocupante, porque todas son muertes evitables -dijo Mate-. Casi siempre ocurren por causas externas, como la violencia, los partos prematuros, los accidentes y el consumo de drogas."
También por el abuso de alcohol, la adicción más arraigada entre ellos: "Sabemos que siete de cada diez adolescentes llegan al sistema de salud por el consumo excesivo de alcohol, de cocaína y de marihuana, pero la primera causa" de accidentes y hechos de violencia "tiene que ver con la intoxicación alcohólica", puntualizó.
Especialistas consultados por LA NACION coincidieron en señalar el consumo de drogas y de alcohol como uno de los elementos que llevan a esta situación. El sociólogo Hugo Míguez, especialista en adicciones, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y asesor del Ministerio de Salud bonaerense en investigaciones realizadas en ese área, explicó que el fenómeno se relaciona con el "uso farmacológico" que los jóvenes les dan a las bebidas alcohólicas, como la cerveza.
A diferencia de otros años en que se daba un consumo cotidiano de alcohol, hoy existe una ingestión de esas bebidas, especialmente durante los fines de semana, "en cantidades importantes, que los jóvenes no pueden manejar", y esto provoca un descontrol que tiene "indudable peso en los casos de accidentes y lesiones", explicó Míguez.
La diferencia con el consumo sostenido pero más moderado entre otras épocas y el que caracteriza a los adolescentes de hoy reside en que éstos "medicalizan el alcohol y le dan un uso farmacológico: lo consumen, por ejemplo, en el «preboliche», antes de ponerse en contacto social, para lograr un efecto determinado sobre su estado de ánimo", dijo el especialista.
Susana Quiroga, de la cátedra de Adolescencia de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y directora de un programa de psicología clínica para adolescentes en la zona sur del Gran Buenos Aires, apuntó al aumento de "conductas violentas y autodestructivas" en los jóvenes, que lleva a un "incremento de la mortalidad adolescente por el uso de drogas y portación de armas".
Según Quiroga, el "acceso fácil" a las armas y a drogas como el "paco", de consumo generalizado entre las clases bajas, intensifica el problema, pero sus causas tienen que ver con "una mayor desprotección psíquica de las familias: muchos jóvenes pasan más tiempo en la calle, un ámbito hostil, porque sus familias están desintegradas", dijo.
"Hace diez años, cuando empecé con el programa, los casos que recibíamos eran graves, pero no tanto como ahora", dijo Quiroga, y agregó: "Hoy, los adolescentes tienen menos restricciones para pasar rápidamente a un acto destructivo".
Y abogó por crear, en el sistema público de salud, consultorios psicológicos dedicados específicamente al tema de la violencia adolescente, ya que consideró que actualmente hay un déficit en la cobertura de esa área.
Por su parte, Ana Girardelli, titular del área de Toxicología del hospital infantil Sor María Ludovica, de esta ciudad (centro provincial de referencia en el área), afirmó que los centros de salud bonaerenses reciben "infinidad de casos de accidentes en los que la víctima u otra persona estaba bajo el efecto del alcohol o de las drogas".
"Hemos educado a generaciones de jóvenes pensando que lo químico puede facilitar la vida. Considero que para solucionar el problema se deben "restablecer los lazos comunicacionales" entre adultos y adolescentes, sostuvo Girardelli.
Por Sebastián Lalaurette
De la Corresponsalía La Plata
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