La Mortalidad Intrahospitalaria Por Ataque Cerebral Es De Un 8%
La NaciOnline - 02/02/2007.
Lo muestra un estudio que se realizó en 74 centros médicos de todo el país. Un estudio realizado por el Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA) en 74 centros médicos de todo el país pudo constatar que la calidad de atención del ataque cerebrovascular (ACV) alcanza en la Argentina niveles similares a los de los centros internacionales reconocidos.
"Si se la analiza globalmente, la atención es muy buena. Y eso se ve reflejado en la tasa de mortalidad intrahospitalaria que está dentro de los estándares internacionales", afirma el doctor Luciano Sposato, director del Centro de Stroke de la Fundación Favaloro y del Registro Nacional de Accidentes Cerebrovasculares (Renacer) de la SNA.
El trabajo se centró en el stroke isquémico, que es el que ocurre cuando queda bloqueada una arteria que abastece de sangre al cerebro, y el flujo se reduce drásticamente o se interrumpe en su totalidad.
Los ACV isquémicos son alrededor del 80% del total de los ataques cerebrales. Se producen, la mayoría de las veces, porque se forma un coágulo en otra parte del organismo y se traslada hasta quedar atrapado en una arteria cerebral, o por una trombosis, que ocurre cuando un coágulo permanece adherido a la pared arterial mientras aumenta de tamaño lo suficiente para bloquear la llegada de la sangre al cerebro.
Los síntomas son repentinos e incluyen falta de sensación o debilidad en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo; confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se habla; problema para ver por uno o por ambos ojos, o para caminar; mareos o pérdida de equilibrio o de coordinación; fuerte dolor de cabeza sin causa conocida.
"Este es el primer trabajo en gran escala que estudia el tema en América latina y uno de los pocos que se hicieron en el mundo", afirma Sposato, que junto con M. M. Esnaola, M. C. Zurrú, O. Fustinoni y G. Saposnik evaluaron cómo se trata la enfermedad cerebrovascular en el país a través de cinco indicadores propuestos por la American Stroke Association y la Canadian Stroke Network.
La muestra estudiada incluyó a 2689 pacientes. La investigación comenzó en 2004. "Discutimos cuáles eran las variables que considerábamos importantes dentro de un comité ejecutivo y con algunos miembros de la Sociedad Neurológica -cuenta Sposato-. En noviembre [de ese año], lanzamos el reclutamiento y tuvimos una respuesta fantástica en todo el país. Baste mencionar que ningún investigador cobró nada; lo hicieron desinteresadamente."
Viajes de difusión e instrucción, talleres de discusión y hasta un manual de bolsillo para que todos los investigadores interpretaran de la misma forma los signos y síntomas del cuadro cuando estuvieran delante de los pacientes permitieron unificar criterios y asegurar la confiabilidad de los resultados.
"Durante la internación, los médicos iban recabando los datos que luego se enviaban a una base centralizada -detalla Sposato-. Además, en un 10% de los casos, tomados al azar, les pedimos a los investigadores que compararan los registros con la historia clínica."
Algunas de las conclusiones del estudio fueron las siguientes:
En nuestros hospitales, la mortalidad intrahospitalaria del ACV es baja (8,2%).
El factor de riesgo más importante es la hipertensión.
Las hemorragias son tan frecuentes en nuestro medio como en el hemisferio norte.
La aspirina se utiliza poco. "Se podría usar más -dice Sposato-. Es un marcador de calidad muy importante, tan importante como en el infarto. Mejora el pronóstico y evita la recurrencia, siempre que no haya sangrado."
El tiempo de internación ronda los seis días, que es un lapso similar al recomendado internacionalmente. "Esto es importante en un país donde no sobran los recursos que se destinan a la salud", dice el especialista.
Luego de haber sufrido un ACV, ocho de cada 10 sobrevivientes vuelven a su casa. Pocos pacientes son transferidos a centros de rehabilitación.
La prevención secundaria podría mejorarse: no todos los pacientes son dados de alta con el esquema óptimo de prevención.
En lo que hace al uso de antihipertensivos, los esfuerzos invertidos en la prevención no son tan efectivos. "Sobre eso tenemos que trabajar en el futuro, porque se podrían evitar muchos ACV si se trabajara en la prevención, tanto primaria como secundaria", afirma Sposato. Pero enseguida insiste: "En la atención del stroke , no tenemos nada que envidiarle al resto del mundo".
Nora Bär
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