En Muchas Escuelas Del Chaco Las Clases No Comenzarán En Marzo
Chaco Día Por Día - Miércoles 28 de noviembre de 2007.
De esto no se habla. Y no será por falta de maestros, sino porque los establecimientos están en pésimas condiciones edilicias como para que allí se dicten clases. Un duro escollo que deberá afrontar y solucionar el nuevo gobierno.
Mientras todos corren, escuchan, comentan, leen y miran hacia la Cámara de Diputados de la provincia donde se dirime de qué manera muchos “trabajadores entrarán por la ventana” para formar parte de la planta del Estado, la crisis de la docencia chaqueña sólo parece trascender por los anuncios y realizaciones de los días de paros. Pero la situación del sector torna a convertirse en caótica después del período vacacional que comenzará en pocos días.
En una rápida consulta efectuada por CHACO DIA POR DIA, se observó que en muchos edificios escolares del Gran Resistencia las condiciones de sanitarios, servicios de agua potable, artefactos y componentes eléctricos, mampostería, puertas, ventanas, etc., son definitivamente deplorables. Pero de esto, nadie habla; o al menos no aparece en la preocupación cotidiana de la opinión pública o de los medios de comunicación.
“El tema de la educación es tan complejo que no basta con tres o cuatro medidas”, confesó un futuro miembro del gabinete de quien será la próxima ministro de Educación en el gobierno que encabezará Jorge Capitanich.
Algunos trascendidos dan cuenta que en esa área, los futuros funcionarios vienen manteniendo maratónicas reuniones y encuentros con los diversos estamentos que conforman la enorme estructura que hoy tiene el Ministerio educativo provincial, en una búsqueda de conocer en detalle el estado de situación y tomar posesión del organismo con todos los garbanzos en la mano.
Pero lo cierto es que la cuestión salarial, ya no constituye la única preocupación que aqueja a docentes y directivos. Porque aún con un escenario ideal de retribuciones, con sueldos dignos que cubran las expectativas de los maestros, no podrá asegurarse que se retomen las clases normalmente.
Y esto lo saben los docentes, no se puede ocultar. Es una triste realidad para los que tienen que padecer las deterioradas instalaciones donde desempeñan sus tareas o para quienes, con impotencia, ven como sus planteles de alumnos se reducen a lo largo del período escolar. La deserción escolar, en muchos casos, reduce los grados de treinta alumnos a sólo ocho o nueve.
Por si fuera poco, a las pésimas condiciones edilicias, se le sumará el receso escolar que - como siempre ocurre - terminará ocultando frentes y jardines con pastizales que, con suerte, serán cortados para el primer día de clase de 2008.
Con un panorama de varios conflictos sin resolver, el sector docente se apresta a culminar una intrincada relación con el actual gobierno saliente, pero también otea los aprestos y anuncios o trascendidos que llegan desde los equipos que se están armando en derredor de los funcionarios que secundarán a Capitanich en su gestión.
Ante tamaña realidad, el resto de la sociedad no podrá seguir indiferente; y seguramente deberá integrar el debate que se viene en un sector casi decisivo para comenzar a soñar el despegue por todos esperado.
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