En Fabricio, todos nosotros

Diario Chaco.com - Sábado 15 de noviembre de 2008.

Por: José Viñuela*

El viernes Fabricio Glibotta casi encontró la muerte, y no es una exageración, el que lo hirió falló en su intento, buscaba matarlo, buscaba matarnos. Entre ese batallón cotidiano de cronistas de exteriores eligieron al azar y le tocó a el.

A los padecimientos permanentes de los movileros, sueldos que no existen, reconocimientos que se niegan, blanqueos que se diluyen en promesas, “empresarios periodísticos” que se apoyan en sus trabajos y los condenan a la angustia de no saber como sostener a sus familias, ahora se le suma el miedo.

Miedo en serio, esas lágrimas del viernes, entre hombres y mujeres de prensa, sumaban angustia y miedo. Podían haber matado a cualquiera, y eso asusta, nos asusta a todos.

Detrás del intento de asesinato de Fabricio Glibotta hay mucha gente conocida, a la que permanentemente les damos micrófonos, cámaras, diarios… y por eso existen, se sostienen en la prensa, se hacen las víctimas frente a nosotros, se arrogan títulos de “dirigentes sociales”, sindicales, electivos etc.

Con sus bolsillos llenos (del dinero de los demás), se cagan de risa de las necesidades de la gente a la que “defienden”.

Ellos quisieron matarnos, a ellos nunca mas.

Nunca más una gota de tinta, una sola palabra, nunca más una cámara en sus caras asesinas, nunca más una mención, ahora matémoslos nosotros, ignorémoslos para siempre, que dejen de existir en nuestros medios, que mueran en la sociedad que los maldice, que se ahoguen en su dinero mal habido, que se maten entre ellos.

Basta. Quisieron matarnos.

*Periodista