Clamor Evangélico Para Que Nikisch Reciba A Comunidades Aborígenes

El Diario de la Región - Domingo 11 de junio de 2006.

Organizaciones eclesiásticas y de defensa de los derechos humanos pidieron al gobernador, Roy Nikisch, que atienda los reiterados reclamos de las comunidades aborígenes desplazadas de sus tierras.

"Le pedimos que los reciba y los escuche como ellos se merecen y tome realmente en cuenta sus justificados reclamos", dice un párrafo de la carta que le remitieron este viernes el Consejo Latinoamericano de Iglesias, el Servicio Mundial de Iglesias de Estados Unidos (Región Cono Sur), la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH).

El martes, la reunión se frustró por formalidades, mientras cientos de aborígenes reclamaban frente a la gobernación una solución al conflicto de tierras.

Los líderes ecuménicos expresaron su preocupación como iglesias evangélicas comprometidas en el acompañamiento de las comunidades aborígenes, ante la situación planteada en esa zona sobre el tema de tierras y que ha merecido numerosos reclamos de las poblaciones afectadas, sin ser atendidas por la autoridad.

"A esa preocupación se añade ahora el conocimiento de que los reclamos de los pueblos aborígenes jamás han sido atendidos, aún cuando familias enteras se han movilizado para expresar su sentir y sus necesidades”, puntualiza la misiva.

Los representantes de la organizaciones evangélicas y del MEDH señalaron que no les corresponde “como pueblo blanco, interpretar las necesidades de estas comunidades que estaban en estas tierras antes de que nuestros antepasados bajaran de los barcos”, pero afirmaron que sí "les compete reconocer sus necesidades y sufrimientos actuales".

“Nos corresponde escuchar sus voces y a partir de allí, actuar, haciéndoles justicia según el rol que la sociedad nos ha concedido a cada uno en este momento histórico”, dijeron.

Las entidades afirmaron que el reclamo de los aborígenes tiene la legitimidad de la Constitución Nacional, que reconoce la preexistencia de los pueblos indígenas, su derecho a las tierras que tradicionalmente ocuparon, a una educación bilingüe intercultural, a su propia lengua y cultura, así como a la participación en las cuestiones que los afecten.

"Entendemos que su actitud y respuesta al clamor justo de las comunidades aborígenes, además de facilitar el diálogo, será el primer paso en la búsqueda de soluciones urgentes e imprescindibles tanto inmediatas como a largo plazo", concluye la carta.