Bonjour Monseigneur, Hay Algo Que No Comprendo ...

Primera Línea Online - Carta de lectores.

Señor Director:
Monseñor Sigampa, arzobispo de la ciudad, habló del proyecto de ley que se trata en la Nación sobre Ligadura de Trompas y Vasectomía y comparó innecesariamente al mismo con la pena de muerte, además de hacer alusión a que estas prácticas tienen carácter de mutilación.

Claro que al leer este tipo de noticias, como ciudadano quedé totalmente desconcertado.

Es decir que cuando uno comenzaba a pensar que se estaba avanzando en cuanto a legislaciones que, una vez, favorecen a los que menos tienen en la sociedad, al sector más humilde de la misma, una autoridad de peso como lo es Fabricio Sigampa sale al cruce con declaraciones que lo único que hacen es retrotraer o retrogradar y confundir a los fieles de su iglesia que, convengamos, son mayoría en la ciudad y en el país.

Que un arzobispo que está representando al sector más conservador de la iglesia (digo esto porque me consta que no todos quienes predican la palabra de Jesús, piensan igual a monseñor Sigampa) ponga en discusión un tema que, en nuestra provincia, ya es ley y que de hecho eleva a la provincia al nivel de pionera en este tipo de tratamientos, demuestra que lo único que se pretende desde la Iglesia, desde la facción de la iglesia ultraconservadora, aquella que baja la línea del Papa Wojtyla, es que el ser humano no se vaya mejorando con el correr de los años y que pueda evitar enfermedades, hambre, pobreza, desnutrición, etc.

Dice la Teología de la Liberación, impulsada por los grandes pensadores que tuvo la iglesia, como por ejemplo Paulo Freire: “Eliminar la pobreza, la explotación, las faltas de oportunidades e injusticias de este mundo”.

¿Qué pobreza se elimina si los sectores más bajos de la sociedad no tienen acceso a operaciones quirúrgicas que les permitan controlar la natalidad?, ¿Qué oportunidades tiene un niño que nace pobre y que junto al aprendizaje de caminar, aprende también a seleccionar basura?, ¿Qué injusticia se puede eliminar si la natalidad crece y no se controla y la brecha entre ricos y pobres sigue estirándose?

Estas son sólo algunas de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de opinar sobre un tema tan delicado como lo es este.

La democracia en la que vivimos nos permite opinar en libertad y defender nuestra ideología y la de nuestra religión, como en el caso de monseñor Sigampa. Cada quien es libre de emitir sus pensamientos y eso no está en discusión. Lo que discutimos son los fundamentos que cada uno tiene.

Las convicciones de cada uno que muchas veces nos tapa los ojos y nos anula el sentido común. Para evaluarlo ...

Nelson Molina