Cada día, 300 jóvenes argentinas de entre 14 y 20 años se convierten en madres
Diario Norte Edición Digital - Domingo, 14 de Junio de 2009 -
Cada día, 300 jóvenes argentinas de entre 14 y 20 años se convierten en madres, y generalmente un adolescente varón es el padre, tendencia que desde la última década no ha dejado de ascender, según las estadísticas oficiales.
Chaco y Misiones son las provincias más afectadas por la maternidad adolescente, dado que las tasas de fecundidad precoz representan más de 100 nacimientos por cada mil personas, valores comparables con los de África.
A nivel nacional, la tasa de embarazo adolescente (mamás menores de 20 años) para 2007, último registro disponible, es de 15,6 por ciento, mientras que cinco años atrás, la cifra era algo más inferior: 13,8 por ciento.
En números reales, en 2007 se produjeron 700.792 nacimientos en todo el país, de los cuales 106.720 fueren de adolescentes de 15 a 19 años, y 2.841 de chicas de menos de 15 años.
La tasa de embarazo adolescente precoz (mamás menores de 15 años) es quizás la más preocupante: los datos de la cartera de Salud nacional revelan que ese indicador se triplicó en la Argentina en las últimas cuatro décadas, y más de 3 mil bebés nacen anualmente de chicas de entre 10 y 14 años.
Traducido en números concretos, la cantidad de nacimientos de madres menores de 15 trepó a 3.050 casos en 2001, contra los 986 que se registraban en 1960. Por tanto, 3 de cada 20 argentinos son hijos de madres adolescentes, mientras que el 5 por ciento del total de las mamás niñas tuvo dos hijos o más antes de cumplir los 15 y, entre las analfabetas, la incidencia del embarazo adolescente precoz trepa del 11 al 25 por ciento.
En cuanto a los bebés nacidos del grupo de chicas de entre 15 y 19 años, de los 106 mil casos registrados en 2007, 35 mil se dieron en territorio bonaerense, la cantidad de casos más alta del país y multiplica por 80 los casos en la provincia de nacidos vivos en chicas de 10 a 15 años.
Así, las adolescentes que viven en la capital de Argentina fueron madres del 13,8 por ciento de los bebés nacidos en 2007, de ese porcentaje, el 9,5 por ciento de ellas residían en los partidos del conurbano.
Por tanto, el promedio de madres adolescentes bonaerenses aumentó respecto de 2006 cuando se ubicaba en el 13 por ciento, por debajo de la media nacional que era del 15,3 por ciento y de el porcentaje regional más alto registrado en Santa Fe (18,3 por ciento).
Según una encuesta realizada por investigadores del Centro de Estudios de Población, las niñas mamás argentinas (menores de 15 años) tienen hijos con varones que las superan en 10 años en el 80 por ciento de los casos, mientras que el 20 restante las superan en 20 años.
Los datos fueron dados a conocer luego de que la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF, por sus siglas en inglés), una de las organizaciones más importantes en el mundo dedicada a la promoción de los derechos sexuales y reproductivos, realizara en Buenos Aires un foro con los más destacados expertos internacionales.
Durante la jornada, se analizaron los problemas que enfrentan en la actualidad los adolescentes argentinos y de los otros países de Latinoamérica para acceder a servicios de salud, incluyendo información sobre anticoncepción y métodos para prevenir un embarazo no deseado y evitar la transmisión del VIH-Sida y otras infecciones.
Entre otras conclusiones, los expertos advirtieron que en la actualidad, la discriminación, el estigma, el temor y la violencia conspiran para que muchos jóvenes latinoamericanos no puedan gozar de sus derechos sexuales.
‘Para desarrollar todas sus capacidades y ejercer todos sus derechos, los y las jóvenes deben ser empoderados con información y con servicios que necesitan para tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva‘, apuntaron.
Coincidieron, además, en que la madurez de los chicos menores de edad tiene un componente contextual: servicios amigables pueden propiciar mejor que el adolescente se sienta cómodo y se disponga para decidir.
‘Los profesionales de la salud y los proveedores de servicios tienen el deber de generar las condiciones para que los chicos puedan ejercer su autonomía, brindando explicaciones claras, completas y oportunas sobre los servicios médicos disponibles‘, señalaron los expertos.
Al tiempo que subrayaron que los proveedores ‘son responsables de la manera en que abordan y acompañan el proceso de decisión de un menor de edad y su papel es altamente relevante en la determinación de la madurez del menor y la promoción de su autonomía‘.
Los panelistas también plantearon que los médicos ‘deberán poner en práctica los principios que emanan de los derechos humanos y, en particular, la Convención de los Derechos del Niño y los propios de la ética médica‘.
Así, entonces -agregaron- deberán promover el interés superior del niño, la salud pública y evitar causar daño, es decir, reducir los daños a los pacientes adolescentes. El interés superior de un chico consiste en la protección de sus derechos (salud, vida, autonomía, igualdad, dignidad, entre otros) y opera en aquellos casos en los que el menor de edad no decide sino que se asigna a un tercero para que decida por él.
A modo de ejemplo, el médico pediatra Enrique Berner, presidente de la asociación FUSA 2000, dio cuenta del proyecto que llevan adelante desde la entidad para ofrecer servicios médicos ‘amigables‘ a los adolescentes, un modelo de atención que ha sido premiado en el país y en el que los jóvenes son mirados como sujetos de derecho, desde un abordaje integral y con equipos multidisciplinarios.
‘En el camino que transitan a la adultez desde la infancia, nuestra mirada sobre los adolescentes es más amplia. No sólo ponemos la atención en la salud sexual y reproductiva, sino que les ofrecemos una atención multidisciplinaria, global‘, explicó Berner.
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