El Acampe De Los Pueblos Originarios

El Diario de la Región - Domingo 11 de junio de 2006.

Llegaron del interior del Chaco, con reclamos concretos. No fueron escuchados. Decidieron un acampe por tiempo indeterminado y ahí están, los dueños de la tierra.

La lucha por los derechos y la dignidad indígena tiene larga data. Pero parece que ahora, estos pueblos adormecidos, drogados por mentiras y postergaciones, por una realidad que les quita fuerza, han despertado, entendieron, primero, que el reclamo debe ser escuchado a los cuatro vientos.

Por eso, en Resistencia se reunieron 2.000 indígenas de las tres etnias que conforman el Chaco. Ante la negativa del gobernador a recibirlos (por cuestiones de forma), decidieron, unos volver y otros realizar un acampe en la plaza central hasta obtener respuestas.

Siguen sus vidas aunque estén esperando y lejos de sus lugares. Se los ve lavándose, en ruedas silenciosas, amasando chipá cuerito, o simplemente en silencio, mascando rabia e impotencia.

Las lonas y unos cuantos palos improvisan un "chalet" con la mejor ubicación de la ciudad. Los niños poco entienden del reclamo y aprovechan los días en la plaza para disfrutar de los juegos. Otros ayudan a sus madres en las tareas de cocinar y lavar ropa.

Algunos resistencianos se hacen un segundo para dialogar con los aborígenes y otros optan por caminar un par de cuadras más, con tal de evitar el acampe.

No tienen baños a disposición y la mayoría de los comercios se reserva el derecho de admisión. Tampoco tienen agua y los niños deben acarrear varias cuadras bidones y baldes para abastecer al acampe.

El frío de la jornada de ayer comenzó a hacer sentir un poco más el desarraigo, más allá de que en los parajes no vivan en mejores condiciones que en la plaza.

Varios legisladores y también la CTA advirtieron que denunciarán al Ejecutivo provincial por abandono de persona, teniendo en cuenta que más de 200 familias sobreviven sin agua, alimentos, ropa adecuada, medicamentos, atención sanitaria.

Los indios son hoy los protagonistas en la ciudad de las esculturas, que se ve en el brete de mostrar esa otra cara del Chaco: la discriminación y la indiferencia hacia los verdaderos dueños de la tierra.

Los puntos principales del reclamo aborigen son la devolución de tierras (que habitan y trabajan, históricamente), el esclarecimiento del desmanejo en la adjudicación y venta de tierras fiscales en los últimos años y un mayor presupuesto para el Instituto del Aborigen Chaqueño (IDACh).

El diálogo político y social se hace imprescindible. Hallar respuestas definitivas a través de una política de desarrollo rural sustentable para los aborígenes, peones rurales, pequeños productores y ocupantes, es una primera medida.

Resolver este tema con benignidad sería un signo de grandeza y de justicia.