La Firma Del Acta Acuerdo Gobierno-IDACh Sin La Presencia De La Prensa

Chaco Día Por Día - Miércoles 23 de agosto de 2006.

Una inédita ceremonia de firma del Acta Acuerdo entre Gobierno-IDACh, se llevó a cabo sin la presencia de la prensa, tal como transcurrieron los 32 días de huelga de hambre aborigen, sin que el periodismo pudiera realizar la cobertura.

A las 10,45 de la mañana del martes, el escriba de CHACO DIA POR DIA llegó al hall de Casa de Gobierno, donde un numeroso grupo de periodistas y medios aguardaba el fin del conflicto aborigen. Al consultar porqué no subían al 4º piso, me respondieron que estaba prohibido.

Caminé hasta los ascensores y me coloqué en la fila, subí hasta el Ministerio de Gobierno y me encontré con una colega a la que saludé y en ese instante, el Dr. Rodolfo Sobko que estaba adentro de las dependencias de la cartera política, me hace entrar con la anuencia de la guardia policial, acompañé al médico que me llevó al salón de reuniones, donde los nueve aborígenes en huelga de hambre durante 32 días, estaban aguardando ansiosos la firma del Acta Acuerdo.

Los nueve ayunantes estaban acompañados de la pioxonaq y el Dr. Walter Zanuttini, después de la sorpresa del encuentro y del saludo con cada uno, me quedé a conversar con Egidio García, quien visiblemente emocionado me relataba la trascendencia del reclamo que llevaron adelante en paz.

En ese momento se abrió la puerta e ingresaron Hugo Matkovich, Roberto Dell’Orto, Marita Barrios, Orlando Charole, Sergio Klein y José Mongeló. En el pasillo quedaron los integrantes de la custodia y el vocero del ministerio.

Extendí mi diestra al Ministro de Gobierno, fui correspondido y a la diputada aliancista la saludé con un beso, se acomodaron, los ministros y la legisladora en la cabecera y todos los demás tomaron asiento, quedé parado entre los Dres. Sobko y Zanuttini, detrás de los funcionarios.

Hugo Matkovich dijo “¿qué tal Egidio?” y comenzó a desarrollarse el acto con la palabra de Orlando Charole. El Ministro de Gobierno preguntó “¿No están grabando?” mirando al único representante de los medios, que pretendía pasar lo más desapercibido posible.

Era un momento histórico y ser testigo presencial, ameritaba no sacar la BIC y el block de notas y menos aún, activar el vetusto grabador Panasonic. Por toda respuesta a la requisitoria del responsable de la cartera política del Gobierno, levanté ambas manos con las palmas hacia delante. Mientras tanto, Orlando Charole explicaba a sus hermanos que habían arribado a un acuerdo con el Gobierno, lo que permitía el levantamiento de la huelga de hambre y a una tregua.

Los murmullos en el pasillo y el inoportuno timbre de un celular, distrajeron al titular del IDACh, quien pidió que hicieran silencio dirijiendo su mirada al pasillo. Bastó ese detalle, para que Hugo Matkovich diera la orden de cerrar la puerta y pedirme que me retirara, ante el asombro de todos. Egidio García intentó expresar que mi presencia no molestaba.

No era momento de hacer preguntas, aunque tenía muchas. Menos aún de sentirme ofendido. Opté por retirarme respetuosamente, tal cual como había llegado. Al traspasar la puerta, la guardia policial quiso, aprovechando las circunstancias, sacarme de las dependencias del Ministerio de Gobierno.

Con paciencia traté de persuadir a los custodios, que debí abandonar el salón de reuniones por culpa de los ruidos que producían en los pasillos y que para no interrumpir el desarrollo de un acto histórico, decidí salir sin provocar ningún tipo de inconvenientes.

Finalizada la que creí una de mis mejores alocuciones a media voz a las fuerzas de seguridad, un agente con un porte de medio scrum de los Alls Blacks, me dijo en el tono más firme de los cuidadores del orden: “Por favor señor retírese”. Todo indicaba que irremediablemente y ante la sutil insistencia, debía abandonar el lugar.

Y providencialmente, desde los pasillos del Ministerio, el “Chango” Orellana y trabajadores del 4º piso comenzaron a cantar el Himno Nacional, como lo hicieron cada mediodía durante la resistencia aborigen.

Lograron que dentro del salón de reuniones, interrumpieran por un instante el acto de firma y todos se pusieran de pie y cantaran las estrofas de la canción patria. Permanecí entonando junto a las fuerzas de seguridad, la emoción del momento y el aplauso final sellaron mi estadía.

La presencia de este escriba en una ceremonia de tanta importancia, puede inscribirse dentro de las anécdotas que a diario nos toca vivir a quienes desarrollamos la tarea periodística.

Pero el hecho de la firma de un Acta Acuerdo entre el Gobierno y el Instituto del Aborigen Chaqueño, que pone fin a un conflicto que comenzó el 1º de mayo en Villa Río Bermejito, que continuó con un acampe en la Plaza 25 de Mayo desde el 7 de junio de las comunidades aborígenes y que siguió con una huelga de hambre que iniciaron 12 integrantes de la etnia Toba el 21 de julio y que finalizaba con 9 de ellos ayunando en el Salón de Reuniones del Ministerio de Gobierno, eran motivos para que todos los medios de comunicación y los periodistas, que tuvieron vedado el ingreso al lugar donde realizaban la medida de fuerza extrema los indígenas durante 32 días, pudieran hacer la cobertura sin ningún tipo de restricciones.

El acto de firma del Acta Acuerdo, ameritaba para que todos los trabajadores de los medios de comunicación, pudieran reflejar en vivo y en directo las alternativas del trascendental acontecimiento.

La rúbrica del documento que puso fin al conflicto entre el Gobierno y las comunidades aborígenes representadas por el IDACh, se hizo a puertas cerradas y sin la presencia de la prensa.

Pedro Cáceres