El Aula, Un Refugio En El Páramo
La NaciOnline - Domingo 25 de septiembre de 2005.
La única maestra acordó con los chicos un horario especial para evitar el frío.
ARROYO DULCE (De un enviado especial).- Hace calor. Y el sol de la tarde se filtra en la nube de polvo que envuelve el camino. Es un sendero de tierra, estrecho, que parte de la ruta N° 32 y avanza a través de campos de soja y de maíz hasta el paraje Santa Isabel.
Durante el invierno que pasó, la maestra y los padres decidieron cambiar el horario de clases. Y fijaron una jornada escolar que comienza a las 10 de la mañana y concluye a las 15. Pero ese horario nunca se respeta porque los chicos prefieren quedarse dos o tres horas más en el colegio. "Los alumnos del campo tienen un respeto solemne por la escuela y por el otro. Aprenden rápido y los que asisten a grados inferiores muchas veces saben los temas y lecciones que se les enseñan a los mayores. Los más grandes ayudan a los más chicos con sus tareas", explica López.
La maestra dice que diariamente recibe $ 5,40 para la merienda reforzada de los once chicos que tiene a su cargo. "Como eso no me alcanzaba para nada, comencé a pedir ayuda. Mandé cartas a todo el mundo, total el no lo tenía asegurado. Así, desde la Secretaría de Salud y Desarrollo de Salto nos empezaron a enviar alimentos. Yo no conozco a ningún político, pero por mis alumnos hago cualquier cosa. Ahora, una familia de la zona nos regala pollos para que los chicos coman algo distinto", cuenta. El relato de la mujer es interrumpido por un chico. Todos salen a fuera. "Es la hora del recreo", aclara la docente, y deja el aula para jugar con sus alumnos.
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