La Información Turística Sobre Resistencia Con Algo De Realidad Y Bastante De Ficción

Diario Norte Edición Digital - Miércoles 31 de enero de 2007.

Se sabe que si alguien quiere vender un auto usado, lo más habitual es que recurra a una descripción del vehículo que no se ajusta del todo a la realidad. "Excelente estado" puede significar que el coche dentro de todo va al taller sólo una vez por bimestre, y "detalles de pintura y chapa" suele expresar que el autito tiene apenas dos agujeros por metro cuadrado de superficie.

En el turismo algo de eso también hay, aunque conviene no exagerar la dosis de fantasía. Este consejo no parece haber sido seguido por quienes colocaron la información sobre Resistencia en la página oficial de la Subsecretaría de Turismo de la Provincia.

Es que en ese sitio de la web uno llega a la conclusión de que, o se le miente mucho a los potenciales visitantes de la ciudad, o uno ha sido en sus años de residencia incapaz de captar las extraordinarias bondades y elementos de los que habla la página en referida.

Mucho verso

La información sobre la capital chaqueña que da Turismo se puede ver en la dirección www.ecomchaco.com.ar/Turismo/atractivos/resistencia.htm, y en sus textos no puede dejar de valorarse el tremendo esfuerzo del autor por hacer creer que una torta frita es, en realidad, un lemon pie.

"Es la digna Capital del Chaco, pujante, dinámica, y con una enorme gravitación en el Norte Argentino", arranca el sitio, que luego suma que es "una ciudad de trazados modernos, calles amplias, arboledas y arquitectura moderna".

"Su expansión fue estimulada por la inmigración europea de italianos, alemanes, polacos, ucranianos, suizos y, por supuesto, españoles y nativos.

Ciudad inquieta en las que las costumbres urbanas, como sus calles exhiben decenas de obras escultóricas de las mejores firmas argentinas", agrega con curioso estilo, para rematar que se trata de "una excelente estructura urbana" con "comercio calificado y diversificado, buena oferta gastronómica y alojamiento de hoteles de 5 estrellas, camping, casino, boliches, pubs, museos, parques, puerto, artesanías, casinos".

El malabarismo de palabras se dedica luego a hablar de la ubicación de la ciudad en el contexto del Mercosur, para concluir que Resistencia "se ha convertido en el centro y paso obligado del intercambio comercial, y la riqueza de la zona adyacente es otro de los factores que gravitan para robustecer su influencia sobre el esquema de la región".

Se habla con fidelidad de algunos paseos e instituciones, como el Fogón de los Arrieros o la feria de artesanos de los fines de semana, pero en otros ítems el relato derrapa irremediablemente, como cuando habla de que el Puente Chaco-Corrientes "es único en el mundo por sus extraordinarias dimensiones, por su tipo, por las especiales características del suelo y por haberse realizado en uno de los ríos más caudalosos del mundo".

En cuanto a la Catedral de la ciudad, admite que "esta iglesia no tiene un estilo propio" pero de inmediato agrega que en cambio "sí mantiene formas, proporciones, volúmenes, líneas y armonías del conjunto", frase que en realidad no precisa nada.

Sobre la Plaza 25 de Mayo informa que es "un verdadero botánico natural (lapacho, ibirá pitá, viraró, palo borracho, itín, ceibo, quebracho colorado y blanco, ambaí) adornado por fuentes, monumentos, murales, estatuas y esculturas de gran envergadura" más una "pérgola de artesano urbanos y aborígenes que ofrecen sus trabajos (con espectáculos todos los domingos)", agregando que "la plaza cuenta con servicio de baños públicos".

Pero más asombrosa todavía es la invitación a conocer, fuera de Resistencia, el puerto de Barranqueras, al que llama "Puerto del Mercosur", del que pese a su notoria inactividad dice --con áspera sintaxis-- que "tiene un gran crecimiento y la unión con el Puerto Iquique en Chile, a través del ferrocarril y el desarrollo de las conexiones viales, el ansiado proyecto de relacionar los océanos Pacífico y Atlántico, hoy es una realidad.

Esto sumando el desarrollo de las hidrovias Paraguay-Paraná y Tieté-Paraná transforma al Puerto Barranqueras en eje de la integración de los países de la región".

Un perro de otro planeta

En el portal de la Subsecretaría de Turismo también hay un enlace para conocer en particular la historia del perro Fernando.

Eso se puede leer en www.ecomchaco.com.ar/Turismo/Fernando.htm: "Bohemio impertinente, pero con alma de hombre de mundo, cordial, amplio y siempre indiferente a esas pequeñas cosas que muchos seres racionales las toman para promover situaciones enojosas o para inferir agravios, Fernando es el prototipo del caballero entre los de su especie y lo es igualmente fuera del ámbito de lo irracional", empieza el texto, como para que uno esté avisado de lo que puede llegar a venir después.

"La necesidad de hacer que todos los canes estén vacunados, para evitar las derivaciones conocidas, movió a Fernando a concurrir a la dependencia municipal donde se cumple esa tarea", se cuenta más adelante.

De ese episodio se hace un relato que no tiene desperdicio: "Serenamente, sin un gesto ni una actitud que lo molestara en su condición de perro, Fernando se sometió a la ligera operación".
"La determinación de Fernando, de concurrir por propia decisión a hacerse vacunar, señala un ejemplo que los seres racionales no deben echar en saco roto, para evitar los daños que no pocas veces provocan los canes rabiosos", prosigue.

"Fernando -dice el sitio web- fue y es el perro de Resistencia. No tenía dueño, salvo los innominados ciudadanos que, con el correr del tiempo, supieron de su inclinaciones libertarias, culturosas y proto-humanas.

Es cierto que Rin-tin-tín se destacó en el cine, la perra Layka en la astronáutica y Pluto en los comics, pero en el mundo no se ha registrado un caso como el del perro Fernando, que despertaba admiración y no precisamente por su belleza o calidad racial, sino por la particularidad de su comportamiento que superaba su condición perruna para llegar a los límites de la racionalidad, algo que le permitía solazarse con la gente culta y con las manifestaciones del arte por voluntad propia".

"Algún tiempo después de promediar el siglo, allí donde hubiera una exposición de arte o una tertulia culturosa, iba Fernando a realzar la reunión con su presencia. Muchos atardeceres se lo vio en el céntrico bar Sorocabana sentado como un conde en una silla junto a la mesa, observando sin inmutarse el tenso desarrollo de una partida de ajedrez", cuenta la página de la Subsecretaría de Turismo.