El laberinto del ministro de Educación del Chaco
A propósito de su carta abierta
Por Mariela A. Dimitroff Chileff*
Cuando la Segunda Carta Abierta a la Comunidad Educativa llegó a mis manos, era 16 de noviembre, muchos docentes aún no cobrábamos nuestros sueldos: cuentas sin pagar, cortes de teléfono, adelantos en el banco para darles la plata a nuestros hijos que estudian en otra localidad, angustia, vergüenza (transitamos por las últimas calles del pueblo porque ya no tenemos cara para pasar por los locales en los que debemos)
¿Y usted se atreve a hablarnos de derechos y obligaciones? ¡Indignación! Sentimos los docentes, porque en su carta y en todas las declaraciones, se deja ver claramente la intención de sembrar desencuentros entre gremios, entre padres y docentes, entre maestros y profesores. ¿Y usted habla de la necesidad de no agraviarnos?
Su carta me deja ver que Usted no tiene ni idea de la tarea que un docente lleva a cabo:
#Porque mientras todos descansan los domingos el docente prepara sus clases, corrige trabajos y, en la tarde, algunos de ellos, se despiden de sus familias y salen a la ruta a hacer dedo, soportando fríos intensos o calores insoportables, para estar a primera hora en su escuela al día siguiente y enseñarles puntualidad a sus alumnos.
Y otros, hacen dedo toda la semana para poder llegar a sus lugares de trabajo y tratar de no gastar tanto en pasajes. El Ministerio debería pagar esos pasajes ya que no hacen nada por reacomodar a cada docente en su ciudad.
#Trabajamos en condiciones infrahumanas. A veces no podemos ir al baño porque en las escuelas no hay agua señor, imagínese la gente que es de otra localidad y viene a las 7 de la mañana y vuelve a su casa a las 7 de la tarde. Si yo, que vivo aquí muchas veces sufrí de infección urinaria, y eso que vuelvo todos los mediodías.
#¿Y los chicos? Vienen con camisas mangas largas, con este calor de 40º, porque es la única que tienen; sus caritas enrojecidas por el acné, arden; y estamos todos allí amontonados en el aula, soplándonos con abanicos caseros, porque tenemos dos ventiladores pero uno no anda, y el otro está en estado catastrófico, no tenemos cortinas en las ventanas y el sol nos entra por toda una pared.
Porque diseñaron de tal forma la escuela que para ahorrar ladrillos colocaron toda una pared de vidrios hacia el oeste. Usted no quiera saber lo que son esas aulas a las 3 de la tarde. No tienen agua para beber y la que traen de la casa se termina con rapidez porque la comparten con sus compañeritos y con el docente. Y esto no es nada, a veces nos cortan la luz hasta dos horas.
#En ocasiones se nos desmayan de hambre o de calor. Sus padres trabajan todo el día y tienen que cocinarse solos y en más de una ocasión no lo hacen, o lo que es más triste no tienen para almorzar o cenar, y con un cocido con torta a la parrilla se vienen a estudiar. Y ahí estamos los docentes, corriendo de un lado para otro, haciendo de enfermeros, de ambulancias y todo lo que esto significa.
#¿Y cuando de pronto te dicen “Seño, ella esta llorando”? Nos tomamos los únicos diez minutos de recreo que tenemos y charlamos, los escuchamos, les sugerimos conductas y a veces hasta lloramos con ellos porque no podemos creer cómo personitas tan chiquitas tengan que soportar experiencias de adultos.
Y estoy hablando de hacerse cargo de una casa, de sus hermanos, de abuso de autoridad, de maltrato infantil de pobreza extrema o escasa alimentación. Y entonces Señor Ministro…Nosotros estamos ahí para hacer de psicólogos y asistentes sociales.
#”No pude estudiar seño, tuve que lavar la ropa porque a mi mamà le salió una changuita, sabe”; “No pude venir al ensayo seño (de teatro), mi mamà me dejó que cuide a mi hermanita porque tuvo que hacer unos papeles, sabe”. “Mi mamà no me puede comprar ´El Principito´, seño, no le alcanza”.
Usted les llama analfabetos funcionales. Para nosotros es simplemente pobreza señor.
Desde la pobreza se pude hacer muy poco. Igualmente ahí estamos los docentes. Enseñando a leer y comprender con 15 libros en un grupo de 30. De paso aprendemos entre todos solidaridad. Porque los libros que el Ministerio regala, o tienen temáticas que no se condicen con los intereses de los alumnos o son libros que las imprentas descartan porque tienen algún error de impresión.
Pero, no se preocupe Sr. Ministro, nosotros los docentes estamos ahí, para aprender con los alumnos desde el error y aprender con ellos a leer la realidad chaqueña y argentina.
Estos docentes, Señor, que Usted dice que no enseñan a leer y que faltan porque no saben enfrentar las problemáticas del aula (¡Y qué problemáticas!); o se enferman (como si los docentes no nos pudiéramos enfermar).
Estos docentes, Señor, que Usted agravia y sobre los que hecha un manto de dudas. Estos docentes somos los que realmente construimos día a día esta provincia. Mañana y tarde.
Porque nuestra jornada de trabajo tiene más de ocho horas.
Haga estadísticas Señor y va a descubrir que un 50 % de sus docentes trabaja en otra cosa para poder sobrevivir(empleadas, costureras, comerciantes). Haga estadísticas y va a descubrir que otro 50 % lleva trabajo a la casa porque en los horarios escolares se dedica exclusivamente a la atención del niño.
Porque ni tiempo libre nos queda Señor Ministro. Limpiamos nuestras casas a la madrugada, estamos todo el día en la escuela, y a la noche corregimos los trabajos y preparamos nuestras clases. Muchos de sus docentes se acuestan a las dos y se levantan a las cinco.
¿Y usted nos habla de laberintos? Nuestra vida es un laberinto y de él no se sale por ningún lado, ni por arriba como cree Marechal.
Estos docentes, somos los más y no como Usted cree, desde su prejuicio de que los docentes somos unos vagos, que somos “algunos”. Sabe señor Ministro, a esta altura del año, cuando todos estamos más que agotados, nos hubiera venido bien una carta de reconocimiento por nuestro trabajo. Nos habría alentado a terminar el año con alegría.
¿Y sabe cómo se soluciona todo esto? No es dialogando como Usted cree, es haciendo como se logran las soluciones. Se lo dice una docente que ha dedicado 20 años de su vida a la escuela y conmigo, muchos, incluso docentes que recién se inician y traen consigo esas ganas de hacer cosas por la institución aunque ganen una miseria.
A pesar de todo , y a pesar de todos, de personas como Usted, que no piensan en nuestros chicos, que no piensan en nuestros padres, que no piensan en nuestras escuelas, que no piensan en nuestra calidad educativa, sino que todo lo hacen por el partido político, los docentes, vamos a seguir aquí, luchándola a brazo partido, con amor y con alegría, en las pequeñas aulas, con pupitres rotos, sin ventiladores, sin libros adecuados, sin reconocimiento, porque es nuestra vocación educar.
Porque nosotros sí sabemos cuál es nuestra obligación: que nuestros alumnos aprendan: estudiamos para ser lo que somos, seguimos estudiando y nunca dejaremos de actualizarnos.
Usted Señor Ministro ¿Sabe cuál es su obligación? O lo nombraron Ministro porque pertenece a un Partido determinado y ahora tiene que hacer como que sabe.
Entre paréntesis, mis padres me enseñaron que los hechos dicen más que las palabras. Hasta siempre Señor Ministro, bienvenido a este laberinto, y suerte en su gestión.
*Docente
DNI 18.188.828
Campo Largo- Chaco
Nuestra felicitación a esta colega, representante de muchísimos otros que cumplen con su trabajo, sin las tantas palabras vacías de la inmensa mayoría de los funcionarios.
1 Comments
llore con la carta de la colega...cuanta verdad!!!! y es cierto, llegan como paracaidistas a sus cargos y quieren parecer buenos en su gestion..." a sacarse las caretas "....
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